El verano está a la vuelta de la esquina, las vacaciones escolares van a comenzar en breve y en muchas familias ha llegado el momento de tomar una de las decisiones más importantes de cara al verano. ¿Qué hago con mis hijos durante el mes de julio?
Los campamentos son una de las alternativas más valoradas por los padres, pero muchas veces la elección no es fácil y la elección de campamento se puede convertir en una odisea. Campamento urbano, de aventura, de deportes, musicales… las opciones con tan amplias como gustos puedan tener los niños. Llegado este punto a los padres les surge una nueva duda, ¿cómo elijo el mejor campamento de verano para mi hijo? Pues bien, hay una serie de detalles importantes a los que hay que prestar atención, por eso vamos a darte algunos consejos útiles para facilitar la búsqueda.
No es lo mismo un adolescente de 15 años que un niño de 3, por razones más que obvias. Si es menor de cinco años, la idea es encontrar un campamento urbano, que este cerca de casa o del trabajo y adaptar en el que se puedan adaptar a los horarios de los progenitores. En este caso hay que valorar también las instalaciones pues si vivimos en un lugar en el que hace mucho calor el aire acondicionado debe ser un “must”. Si hablamos de niños más mayores, debemos tener en cuenta, además, los gustos del niño y si queremos que duerma fuera.
Respetar los gustos y preferencias de los hijos es fundamental una vez van tomando conciencia de lo que quieren y les gusta. Aunque no siempre es viable, en la medida de lo posible hay que hacerles partícipes también en la elección. También hay que prestar atención a la personalidad del niño, si es una persona introvertida o tímida, lo recomendable es que vaya con algún amiguito. Lo importante es que el niño esté a gusto el tiempo que vaya al campamento.
El campamento de verano no tiene por qué ser sinónimo dejar de lado las obligaciones. Si nuestro hijo flaquea en alguna materia, puede ser interesante seleccionar alguno que hagan hincapié en ello, como, por ejemplo, si flaquea en inglés, un campamento de idiomas puede ser el perfecto. Los hay incluso para ayudar a los niños a mejorar sus habilidades sociales o inteligencia emocional.
Cada año las vacaciones se pueden coger en fechas diferentes, aunque en España la mayoría de las familias disfrutan de ellas en agosto, lo cierto es que la gente cada vez se decante más por julio o septiembre. Una de las variables que más condiciona es la hora de elegir el campamento son las fechas, ya que puede que el campamento por el que nos hemos decantado no tenga plaza o esté abierto en el momento en el que lo necesitamos.
Entre las necesidades familiares, la localización y la duración de este son muy importantes. Puede que, incluso aunque vayan a dormir fuera y se pueda ser algo más flexible, no quieras que esté demasiado lejos o por el contrario sopesar si es mejor tenerle cercar del destino vacacional. En caso de adolescentes que viajen al extranjero para aprender un idioma también hay que tener en mente los vuelos directos, las actividades, y si los organizadores hablan español. En cuanto a la duración, si se trata de la primera vez que ser va de casa es mejor que no sean muchos días por si les genera cierta inseguridad o rechazo alejarse tanto tiempo de casa.
Las prisas son malas compañeras también a la hora de buscar el campamento para nuestros hijos, pues si lo dejamos para el último momento puede que nos quedemos sin plaza en el que queremos. Dejarlo para el final puede limitar mucho las opciones.
Cuando un listado de opciones posibles campamentos de verano para tus hijos, te recomendamos que llames para despejar cualquier duda que te pueda surgir. Este último paso es fundamental para determinar cuál es la mejor elección para toda la familia.
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