En la última década, entrar en la Universidad significa tener un empleo y altamente cualificado. Un informe sobre la inserción laboral de los universitarios españoles revela que los jóvenes egresados de estos centros, de entre 22 y 29 años, ocuparon el 79 % de los nuevos puestos de trabajo en la última década.
El estudio, elaborado por la Fundación BBVA y el IVIE, revela una mejora de la empleabilidad de los universitarios, cuya tasa de paro cayó del 29,2 % de 2013 al 12,5 % de 2023. En ese periodo se redujo también el porcentaje de universitarios que ocupan puestos de trabajo inferiores a su formación, que pasó del 30 % al 22 %.
De acuerdo con este estudio, entre 2013 y 2023 se crearon 437.000 nuevos puestos de trabajos para jóvenes, de los que un 79 % fueron ocupados por universitarios y, de ellos, el 91 % correspondieron a puestos altamente cualificados.
Esta mejora del empleo entre los jóvenes universitarios está relacionada tanto con la demanda -en los últimos diez años se crearon 3,9 millones de puestos de trabajo- como en la oferta -el número de los universitarios de entre 22 y 29 años se incrementó en un 27 % en ese periodo-.
La mayor parte de los nuevos puestos ocupados por los universitarios se encuadraron en actividades profesionales, científicas y técnicas (23 %), sanitarias (21 %), información y comunicaciones (12 %), industria manufacturera (11 %) y educación (9 %).
A partir del estudio a lo largo del tiempo de jóvenes que finalizaron sus estudios entre 2013 y 2018, el informe concluye que a medida que pasan los años mejora la tasa de afiliación, el ajuste entre formación y empleo, los salarios, el porcentaje de empleo a tiempo completo y el de contratos indefinidos, mientras que se reduce el de trabajadores autónomos.
Los titulados en ciencias de la salud, ingenierías y arquitectura tienen mejores indicadores de inserción laboral, Además de los estudios cursados, la empleabilidad también se ve favorecida cuando se cursan estudios de master, sobre todo a la hora de ajustar el puesto de trabajo con la formación: pasa del 61,9 % sin master al 77,1 % sin master, aunque estos datos se ven afectados porque algunas profesiones exigen este título, como el profesorado o la abogacía.
El estudio también observa una mejor empleabilidad de los estudiantes de las universidades privadas con respecto a las públicas, sobre todo en los primeros años, debido a factores como la mejor adaptación de la oferta educativa a la demanda del trabajo o la captación de estudiantes procedentes de entornos socioeconómicos favorables "que ofrecen conexiones que facilitan la inserción".
En cuanto a las diferencias por sexo, las mujeres representan el 57 % de los estudiantes de grado y máster y, en consecuencia, constituyen el 61 % de los jóvenes universitarios ocupados -muestran niveles de ocupación y paro similares a los hombres- y ocupan el 59 % de los empleos altamente cualificados.
La brecha de género ha desaparecido en términos de afiliación y ajuste a la formación, apunta el informe, pero persiste en términos salariales, de empleo a tiempo parcial y de empleo temporal.
De acuerdo con el estudio, los hombres cobran más que las mujeres en 74 de los 92 campos de estudio analizados y en 57 de ellos esta diferencia salarial supera los 1.000 euros anuales. Además, se observa con independencia de la feminización del sector.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento