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Durante el mes de diciembre el termómetro no sube de los diez grados de media en Mollina. Así anuncia el invierno que está cerca de este pueblo de la provincia de Málaga... y en el Instituto de Educación Secundaria Las Viñas ya lo temen. Por segundo año consecutivo se enfrentan al frío sin calefacción.
Por eso esta semana decenas de padres, bien abrigados con guantes y bufandas, se han concentrado a primera hora de la mañana en la puerta del centro al grito de "menos palabras y más calefacción" y con un cartel en el que se podía leer: "no estamos concentrados, estamos congelados".
"Son las ocho y media de la mañana y el termómetro marca cuatro grados", dice Raquel Bueno Lagos, presidenta del AMPA del IES Las Viñas que reclama para el centro una nueva caldera. "No es tan complicado", dice Raquel que asegura que sin ella el instituto "parece haber retrocedido 50 años atrás".
En una explanada y a campo abierto, no hay donde refugiarse del frío ni dentro ni fuera del centro donde el alcalde de la localidad, Eugenio Silva, se unió a los manifestantes el pasado día 11 de diciembre para mostrarles su apoyo. "Reivindicamos una solución a esta problemática y a las condiciones poco saludables que están pasando sus 200 alumnos", explicó Eugenio.
El alcalde asegura de que la Junta de Andalucía es consciente de la situación porque así se lo trasladaron el pasado 18 de octubre cuando estuvieron en Mollina tanto la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo, como el delegado territorial en la provincia, Miguel Briones.
A día de hoy, el centro continua sin caldera que permita calentar las aulas y el invierno cada vez está más cerca. "Cuando venga todo el temporal frente, nuestros hijos tendrán que venir con pijama debajo, con bufandas y con guantes", dice Raquel, que espera que se solucione antes de que el termómetro vuelva a bajar en Mollina.
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