José Manuel López Viñuela, padre de Kira López, --menor que se suicidó con 15 años tras el acoso escolar continuado que sufría--, ha denunciado a través de las redes sociales un nuevo caso de bullying contra un menor de 14 años de un instituto de Barcelona, donde permanecía en un constante “estado de temor y malestar” siendo también “víctima de agresiones físicas”; una situación que llevó a su familia a no volver a llevar al adolescente al centro, reclamando su traslado a otro instituto.
Exponiendo lo sucedido como un “terrible caso de violencia escolar”, José Manuel López Viñuela explica que el menor es alumno del instituto Miquel Martí i Pol de Lliçà d’Amunt de Barcelona, donde no ha dejado de vivir graves situaciones para las cuales no se han tomado las medidas oportunas por parte del centro.
Con “agresiones físicas” cuya gravedad, --denuncia--, han quedado “registradas en fotografía y en su correspondiente parte de lesiones”, el adolescente vivió distintos episodios de acoso también en forma de “insultos, hurtos y humillaciones reiteradas”.
En una de esas veces, su situación era tal que “tuvo que saltar por las mesas de forma desesperada para poder huir de su agresor”, algo por lo que el centro quiso castigarle a él, “hasta que descubrieron que en realidad intentaba evitar otra agresión”.
En otra ocasión, expone el padre Kira, le quitaron el móvil “durante varias horas” dentro de las instalaciones del colegio, “teniendo el menor que denunciarlo en el centro para conseguir recuperarlo”.
Además, no fue ese el único suceso de ese tipo, dado que hubo otros momentos en los que sufrió también la “intencionada destrucción de su almuerzo”.
A todo ello, el padre de Kira añade que, según “varias fuentes”, es “sabido por todos que algunos alumnos entran al colegio portando objetos peligrosos como navajas y tásers, así como sustancias ilegales, lo que además de violar las normas escolares podría constituir o derivar en delito”.
“También es sabido que no se hace nada cuando alumnos abandonan la clase, salen del aula y deambulan por el centro educativo a su voluntad”, añade, subrayando que “atendiendo a todas estas situaciones resulta evidente que el centro educativo no puede garantizar la seguridad de sus alumnos”.
Más allá, denunciando que estos hechos han obligado a la familia del menor a “tomar la decisión de no volver a llevar a su hijo al centro”, incide en que además “la madre del alumno ha solicitado de forma insistente el traslado de su hijo a otro centro educativo donde también asiste su hija”, una medida que López Viñuela entiende como “necesaria y justificada, no solo por la seguridad del alumno, sino también para atender a sus necesidades emocionales y evitar consecuencias que pudieran alterar su bienestar físico y mental”.
Pese a ello, recalca, la respuesta de las instituciones es que no hay plaza para él cuando todos saben que a otros menores sí se les está permitiendo entrar en otros centros, y precisa: “El menor, que es buen estudiante y responsable, se ve incapaz de volver a ese colegio que no garantiza su seguridad pero a la vez sufre por no poder asistir a un colegio de forma normal porque no le dan la plaza, viéndose obligado a estudiar desde casa”.
En ese sentido, denuncia además que “el centro educativo no ha cumplido con la aplicación del protocolo adecuado frente al acoso escolar ni ha documentado adecuadamente los incidentes ocurridos mediante actas escritas”, al tiempo en que añade que “ha hecho caso omiso a la orden de la Consellera de Educación Anna Simó de activar el protocolo de acoso escolar al primer aviso independientemente del resultado”.
“A pesar de las agresiones físicas, insultos, hurtos y humillaciones reiteradas contra este menor, la respuesta del centro ha sido negar que se trate de un caso de acoso escolar y mantiene que es solo un conflicto entre iguales”, ha apuntado, indicando que, por todo ello, “ante no sólo la inacción del centro, sino también la normalización de las violencias en un contexto altamente peligroso la familia de la víctima, se ha visto obligada a denunciar al centro”.
“Tampoco consta que el centro haya tomado las medidas oportunas correctivas y reparadoras con los agresores del menor”, ha añadido, antes de señalar, para concluir su mensaje, que precisamente el viernes pasado Trencats, --plataforma que abandera y que surgió “ante la necesidad de aunar fuerzas y coordinar a todas aquellas asociaciones, colectivos y activistas que también luchan de forma activa para erradicar el maltrato infantojuvenil, especialmente en entornos educativos, y que tienen siempre como objetivo común y prioritario la defensa de los derechos fundamentales de los menores”--, denunció ante el nuevo Ministerio de Juventud e Infancia y la ministra Sira Rego la vulneración de los derechos de los menores en los centros escolares.
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