S.O.S profesores. Apatía, agotamiento, ansiedady depresión. Son algunos de los sentimientos que sufren más del 30% de los docentes españoles, según un estudio. La caída de la ilusión para dar clase de los profesores desciende del 32% que estaba ilusionado en 2007 al 24% en 2023, mientras la indiferencia gana terreno.
El estudio 'El profesorado en España', publicado este miércoles por la Fundación SM no tiene buenas noticias sobre nuestros docentes. Los datos revelan que el porcentaje de profesores que dan clases con distancia e indiferencia en España ha aumentado en los últimos 15 años, pasando del 2% en 2007 al 38% en 2023.
La encuesta muestra que hace quince años un 60% de los profesores afirmaba esforzarse, y estar ilusionado, a pesar de los problemas en la actualidad, el 40% manifiesta vivir su día a día en las aulas con distanciamiento e indiferencia.
En concreto, la ilusión de los profesores por dar clase ha descendido del 32% en 2007 al 24% en 2023 y el cansancio ha aumentado del 2% al 13%, según el estudio que analizó cómo es valorado el profesorado por ellos mismos, por los padres y por los alumnos con datos recogidos en España entre abril y mayo de 2023, a partir de 600 entrevistas cara a cara a docentes de Infantil, Primaria y Secundaria.
Sobre las fuentes de estrés en el trabajo docente, los profesores señalaron varias, entre ellas: ser intimidado por el alumnado (31%), adaptar las clases a los alumnos con necesidades especiales (28%), atender al bienestar socioemocional y la salud mental de los estudiantes (28%), ser considerados responsables del aprendizaje (26%), atender las demandas de las familias (25%), no disponer de tiempo o mantener la disciplina (22%).
El informe también revela que el 33% de los docentes españoles ha experimentado apatía, el 37% ha experimentado agotamiento y el 39% ansiedad y depresión.
Sin embargo, cuando se trata del uso de materiales propios, el porcentaje que se siente libre para utilizarlos desciende al 53%, por lo que un 47 % del profesorado no se siente libre de usar sus propios materiales para mejorar el aprendizaje del alumnado.
Mientras que dos de cada tres docentes (66%) afirman que la dirección les motiva a asumirlos en la enseñanza pública, en el caso de la concertada y la privada, el porcentaje desciende al 55 %.
Además, el estudio también destaca que la formación permanente, la actualización de conocimientos y la capacidad crítica son los aspectos que el profesorado considera más necesarios para mejorar profesionalmente. En contraste, no siempre pueden seguir haciéndolo.
El 44% de los profesores considera que la falta de tiempo es el principal impedimento para su desarrollo profesional. Otros obstáculos señalados apuntan a motivos económicos (35%), a una oferta inadecuada de actividades (33%), a la falta de incentivos (32%) y, en menor medida, a un escaso apoyo por parte del equipo directivo (26%).
Ante la posibilidad de abandonar la docencia, el 47% de los profesores no responde ni sí ni no, un resultado que contrasta con el del 78% que se mostraba contrario hace quince años.
En relación con las razones personales por las que decidieron ser docentes, las alternativas mayoritarias hacen referencia al gusto por la enseñanza (25%) y a la vocación (20%). En este sentido, los más jóvenes priorizan al alumnado frente a las razones vocacionales.
El 79% del profesorado considera que su formación académica le preparó para el ejercicio de la profesión docente y el 70% está satisfecho con sus condiciones de trabajo.
También supera el 60% el porcentaje de docentes que afirman que, en sus centros, el currículo se adecua a las nuevas tendencias educativas y a las necesidades de los estudiantes, se reconoce el trabajo bien hecho, se motiva para asumir cargos de responsabilidad y se proporciona el apoyo necesario para realizar su trabajo.