Una profesora de guardería se ha convertido en protagonista de un suceso que está dando la vuelta al mundo tras generar una oleada de estupor e indignación en las redes sociales desde Uzbekistán, país en el que se contextualizan los hechos y donde la docente fue detenida por conducir un vehículo de cuatro plazas con 25 niños a bordo.
Poniendo en peligro la vida de todos ellos, tras su arrestó confesó a las autoridades que no era la primera vez que hacía una cosa así, justificando que era esa la forma que tenía de poder llevar a los pequeños de vuelta a sus hogares junto a su familia.
Para ello, en un Chevrolet Spark, –un vehículo que no se caracteriza precisamente por sus grandes dimensiones–, los niños permanecían completamente hacinados y apretujados en el interior del turismo, donde ocupaban todos los espacios y todos los huecos que quedaban para conseguir entrar dentro.
De este modo, aglomerándose en los asientos delanteros, en los traseros, en el maletero, en el suelo del coche y hasta en el espacio para los pies, la profesora circulaba con los 25 menores a bordo hasta que las autoridades, percatándose de la peligrosa situación, le dieron el alto.
El propio Servicio de Seguridad Vial de Uzbekistán ha compartido un vídeo del momento, en el que se puede ver cómo los niños van saliendo con dificultad del interior del vehículo. En total, se aprecia cómo tres de ellos se encuentran en el maletero; seis en el asiento delantero; y los otros 16 en los asientos traseros, con serias dificultades para moverse.
Todo ello fue grabado por las cámaras de las autoridades mientras los niños, ajenos a la gravedad de la situación, hacían gestos, con algunos sonriendo y saludando a los agentes de seguridad vial.