La agresión de un menor en Jerez a sus compañeros, que podrían haberle acosado, revela la falta de recursos en los colegios para atender a los alumnos con necesidades especiales. Hay un protocolo de acoso, hay profesionales capacitados en los centros, pero el problema, muchas veces, es la falta de diagnóstico ; otro de los problemas desatendidos, la salud mental, tan necesaria para la convivencia, según reclaman los sindicatos de docentes.
En un instituto de Mislata, en Valencia, sus responsables y profesores lanzaron un grito de auxilio hace unos meses. Detectaron una quincena de alumnos de ambos sexos con ideas suicidas. La dirección dimitió en bloque por la falta de ayuda. Tras esta crisis que los docentes evidenciaron, llegó un pedagogo y un orientador especializado para tratar los problemas de salud mental de los estudiantes, que muchas veces son invisibles en el día a día.
Son muchos los centros educativos de España que denuncian la falta de recursos para atender necesidades especiales de algunos de sus alumnos y proporcionar el bienestar emocional del alumnado.
Guillermo Hernández, presidente del ANPE, en Málaga subraya la importancia de disponer de recursos "para atajar y prevenir cualquier tipo de violencia".
Los datos demuestran la necesidad de que los gobiernos autonómicos aumentar los recursos dedicados a sus centros escolares: casi uno de cada 2 adolescentes tiene problemas psicológicos. Tampoco se escuchan las reclamaciones de docentes, colegios sanitarios que piden desde hace años una enfermera escolar, que podría ayudar a detectar posibles problemas entre el alumnado.
La Sanidad Pública dispone de un número de psicólogos insuficiente para afrontar los problemas de salud mental. Cualquier familia tiene que esperar hasta 5 meses para conseguir una cita, sino toca pagar.
Con el seguro escolar se financian gratis la atención en centros privados, pero tampoco dan abastos. Casi todo son consultas por trastornos psiquiátricos y psicológicos.