Bruno Mompeán tiene un sueño: estudiar en la Universidad de Oxford y resolver la Conjetura de Collatz. A sus dieciséis años, este joven murciano ha conseguido abrir las puertas de esta centenaria institución y está a punto de formar parte de su alumnado. Todo se debe a su propio empeño y a meses de preparación personal para las exigentes pruebas a las que se sometió a finales de 2022. Desde principios de este año, Bruno y su familia, residentes en Alcantarilla, saben que tiene una plaza a su disposición, pero deben superar la última barrera: el coste de la matrícula y el alojamiento.
La matrícula anual en el grado de Matemáticas cuesta más de 42.000 euros, a los que habría que añadir otros diez mil anuales de alojamiento, mantenimiento y viajes. En total, más de 150.000 euros en tres años, una cantidad astronómica para la mayoría de las familias españolas. También para los Mompeán. Ese es el motivo por el que han abierto una campaña de 'crowdfunding', con el enunciado directo de Ayuda a Bruno a estudiar en Oxford, que ha recaudado hasta el momento algo más de 15.000 euros, un 10% de lo necesario. Bruno está encantado con la marcha de esta cuestación digital y se muestra convencido de que el curso que viene estará allí, resolviendo problemas matemáticos y, en buena medida, su futuro.
Matemáticas es en la actualidad la carrera con la nota de corte más alta en las universidades españolas (una media cercana a 13’5 sobre 14) y también la que tiene mejores perspectivas de futuro. Hoy en día, las matemáticas lo impregnan todo. Si además el grado se obtiene en una universidad como la británica, siempre entre las cinco primeras del mundo, según los principales ranking internacionales, el porvenir esta garantizado. Podríamos decir que la cabeza de Bruno es una inversión inmejorable.
La campaña abierta por la familia Mompeán ha generado un gran entusiasmo, pero también cierta controversia. Bruno estudia en un colegio privado y va un curso por delante debido a sus altas capacidades. Los defensores de las universidades públicas españolas sostienen que no hace falta irse a Oxford para recibir una educación a la altura de cualquier centro internacional. Pero la realidad es tozuda. Instituciones como Oxford, Cambridge, Harvard o Standford, reciben cada años miles de solicitudes de todo el mundo y sólo un pequeño porcentaje consigue su plaza.
“En los países anglosajones, el precio de la matrícula en estas universidades está más cerca del coste real de la educación que se imparte, a diferencia de España, donde el ingreso es más barato y el sistema de becas está en sintonía con la matrícula”, nos cuenta el exrector de la UNED y exsecretario de estado de Educación, Alejandro Tiana. “En España”, añade Tiana, “el nivel de nuestras universidades es bueno y mucho más homogéneo. Al contrario que en la tradición anglosajona, donde se priman unos pocos centros, mientras una gran mayoría se queda a mucha distancia”. Bruno y su padre, José Antonio, recalcan esta realidad durante este capítulo de A ver si me he enterado, el videopodcast conducido en Nius por Miguel Ángel Oliver, y cuentan cómo les está afectando. “Desde que se produjo el Brexit, no hay becas para extranjeros, salvo que sean estudiantes de países en vías de desarrollo”, relata Bruno, que confirma que, aunque ha llamado a muchas puertas, nadie ha respondido de momento para becar sus estudios en Oxford. De ahí su idea del 'crowdfunding' y su presencia en los medios de comunicación para que, euro a euro, Oxford pueda ser el sueño hecho realidad de un chico de Murcia.