{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El 81,79% de los profesores ha sufrido disfonía en algún momento de su carrera, según un estudio realizado por la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC). Los expertos -con estos datos- consideran muy necesario que se incorpore en la carrera de Magisterio "una formación para aprender técnicas vocales" que protejan el aparato fónico, la" herramienta de trabajo" de los docentes .
En el informe, que incluyen la experiencia de más de 700 profesores de toda España, también aparece reflejado que el 88,5 por ciento de los maestros de infantil de segundo ciclo (con alumnos de 3 a 6 años) son los más afectados por la pérdida o alteración en la voz a consecuencia de su trabajo profesional. Con al menos una disfonía en su carrera profesional, seguidos por los de primaria (85,26 por ciento afectados por esta patología).
Las cifras van a mejor con el aumento de la edad de los alumnos. El 78,61 % de los docentes de educación secundaria han sufrido disfonía, el 75 por ciento de Bachillerato y el 85,29 por ciento de los que imparten enseñanzas de Formación Profesional.
"Los que más sufren son los docentes de educación infantil", según la encuesta que relaciona estos datos con el nivel de volumen de voz y la intensidad para vencer ambientes ruidosos con clases de niños pequeños".
La logopeda Roxana Coll, miembro del equipo que realizó el informe achacó la alta incidencia de disfonía en los profesores a la "poca técnica vocal", algo que sirve para proyectar la voz y para no hacer esfuerzo a la hora de hablar".
A pesar de los datos: el 29% de los encuestados ha estado de baja por un problema en la voz, los expertos aseguran que la mayoría de los profesores no solicitan ayuda profesional. "El 66% de los profesores españoles no han visitado la consulta de Otorrinolaringología, ni han acudido a un logopeda para aprender técnicas vocales", según ha explicado el vocal de la comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la SEORL-CCC, el doctor Pedro Cabrera. Cabrera.
Por este motivo, advierten de la necesidad de acudir a un especialista si los síntomas perduran unos días. "Quienes trabajan con la voz, deben acudir a un especialista si padecen una ronquera que dure más de 15 días, y si fuman a los 10 días", ha afirmado Cabrea.
En este sentido, desde la SEORL-CCC recomiendan que los profesores tengan en cuenta que la voz es su herramienta de trabajo y lo han comparado con otras profesiones en las que se tiene más en cuenta. "Los cantantes acuden a un profesional en cuanto se notan algo, los profesores son más duros, van aguantando y cuando no pueden acabar la jornada laboral es cuando vienen", ha señalado Cabrera.
Los encuestados enumeran las siguientes causas como origen de sus
patologías: hablar por encima de los alumnos (58 por ciento), hablar de forma constante (28 por ciento) y no hacer descansos (13 por ciento). Pese a todo, la disfonía no está considerada una enfermedad laboral para este colectivo y el 67 por ciento de los docentes no cree que la disfonía se tenga en cuenta como uno de los riesgos en la prevención de riesgos laborales.
-Descansar la voz con períodos de silencios de entre 15 y 20 minutos dos o tres veces al día.
-Limitar en la medida de lo posible el uso del teléfono y no hablar más de cuatro horas seguidas ni cantar más de dos.
-No hablar en ambientes ruidosos
-Evitar el tabaco
-No gritar ni chillar
-Hidratarse correctamente la garganta con líquidos calientes, entre otros.
A los profesores en particular, los logopedas recomiendan tener pautas de la voz. "Recomendamos el uso de un micrófono durante las clases, además la hidratación es fundamental, las cuerdas vocales trabajan mucho más fácil cuando están bien hidratadas", ha explicado Roxana Coll.
La encuesta, llamada 'La voz del docente', se ha realizado en el marco de la celebración del Día Mundial de la Voz que tendrá lugar el próxima 16 de abril. Para concienciar sobre la voz del docente, la SEORL-CCC ha puesto en marcha una iniciativa en centros escolares, donde alumnos y profesores han guardado un minuto de silencio durante sus clases.