Julio Carabaña, sociólogo: "Ir a clase con gente con dinero no hace aprender más"

  • El catedrático Julio Carabaña es el autor del informe 'La segregación social en las escuelas, un dudoso problema del sistema escolar'

  • "Tener compañeros pobres, inmigrantes o de hogares en general desfavorecidos no empeora de por sí el aprendizaje escolar de un alumno"

  • "Los que pretenden igualar los resultados eliminando la segregación en las escuelas están matando pequeños microbios a cañonazos"

En contra de lo que a veces parece suponerse, la segregación social no influye por sí misma en los resultados académicos. Tener compañeros pobres, inmigrantes o de hogares en general desfavorecidos no empeora de por sí el aprendizaje escolar de un alumno; tampoco tenerlos de hogares favorecidos lo mejora sin más. Si hay relación entre el aprendizaje y el estatus social del resto de alumnos es como resultado de la asociación del estatus social y el aprendizaje a nivel individual: quien tiene compañeros de nivel social más alto, tiene por eso mismo compañeros de nivel académico más alto, pero no en la misma proporción.

De este supuesto parte Julio Carabaña, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, en su informe La segregación social en las escuelas, un dudoso problema del sistema escolar, publicado por la Fundación Europea Sociedad y Educación, para preguntarse por el efecto de la segregación social entre las escuelas sobre el aprendizaje. La respuesta que obtiene es que es muy pequeño en España, el más pequeño del mundo después de Finlandia, equivalente al 2% de la desigualdad total.  Carabaña toma este resultado de la evaluación internacional del informe PISA 2012 sobre estudiantes de 15 años. Y su conclusión es que las políticas para igualar el estatus socioeconómico de los centros suponen un esfuerzo muy grande para un resultado muy pequeño.  

Pregunta. Todas estas afirmaciones son sorprendentes. Contradice todo lo que se ha dicho hasta ahora.

Respuesta. No debería habernos sorprendido a nadie y menos a mí, que también me ha sorprendido. Todo lo fundamental de este informe está desenterrado de los informes de PISA 2012. Y se puede desenterrar también de los de 2015 y de los de 2018, lo que pasa es que España no estaba en el de 2018 porque hubo un problema con la prueba de lectura. Solo un 2% de la desigualdad académica entre alumnos tiene su origen en la segregación social entre escuelas. Es la proporción más pequeña del mundo, excepto Finlandia, que es del 0,8%. En el resto de países de PISA, más de 60, hay mayor influencia, hasta el 20-25% en Alemania, Holanda o Hungría.

P. Van en contra hasta del sentido común.

R. Piénselo dos veces y dígame si es de sentido común que ir a clase con gente que tiene más dinero que tú hace que aprendas más. Quizás puede influir en tu capacidad de aprender a multiplicar el estar o no estar con compañeros con un ambiente cultural determinado en su casa. Puede influir si tienes un compañero que te ayuda mucho, pero más bien solo un poquito. O lo aprendes tú o no te lo enseña nadie.

P. ¿No está ligado el nivel socioeconómico de un alumno a su rendimiento académico?

R. Está ligado, sin duda alguna. Decir que muy ligado o poco ligado es cuestión de apreciación. Pero hay cifras. En los informes PISA se dice desde hace tiempo que España es uno de los países más equitativos de Europa, entendiendo por equidad una baja relación entre condición socioeconómica y rendimiento académico. El porcentaje de desigualdad de aprendizaje que explica en España el origen social es del 16%. Es decir, supón una escuela o un aula con una desigualdad socioeconómica, que reflejara la de España, y tuviera una desigualdad académica de 100; si echas a los pobres y a los ricos y te quedas con una pequeñita franja en la que todos son socioeconómicamente iguales, la desigualdad en vez de 100 sería de 84. Es decir, si igualáramos el estatus social de las familias de los alumnos, todavía quedaría el 84% de la desigualdad. Es un error nefasto tomar como absoluta una relación que no es una identidad, ni mucho menos.

P. Si eso influye el estatus propio, ¿cuánto pueden influir en los resultados académicos de un alumno los resultados académicos de su compañero?

R. Ese es el efecto pares; como le he dicho, solo un poco; el status de los compañeros influye justo a través de este efecto el nivelo académico. 

P. ¿Qué influye, entonces, para que un alumno llegue, por ejemplo, a la Universidad?

R. En la probabilidad de que un alumno llegue a la Universidad o al Bachillerato o a hacer un doctorado influyen las capacidades subjetivas y los recursos de la familia. Pero en el aprendizaje académico en la enseñanza básica los recursos apenas influyen. Primero, porque la enseñanza es obligatoria y, segundo, porque los centros a los que van los alumnos con menos posibilidades económicas están mejor dotados, tienen menor ratio, más profesores de apoyo...

P. ¿A qué se refiere cuando dice que la desigualdad de resultados no viene de las escuelas, sino que la llevan consigo los alumnos?

R. A que el equipamiento y los recursos de las escuelas de la enseñanza obligatoria, tanto materiales, como humanos, son prácticamente iguales. De hecho, la ventaja la tienen los centros donde asisten alumnos de estatus económico más bajo. Por tanto, las diferencias están en las personas de los alumnos: capacidades, cualidades, etcétera…

P. Dice, usted, que en caso de que se produjese una nivelación completa, llevando a todo el alumnado a escuelas de composición social media, los estudiantes de estatus socioeconómico y cultural alto perderían más de lo que ganarían los de estatus socioeconómico bajo.

R. En el estudio aparece que el efecto sería un poco mayor para los de estatus alto, pero la diferencia es muy pequeña. Lo importante ahí es que esa nivelación afectaría más o menos por igual a todos. 

P. ¿Sirven, entonces, las políticas para igualar el estatus socioeconómico de los centros?

R. Lo importante del estudio es que, si cambias a los alumnos de hábitat y los llevas de las ciudades a los pueblos y de los pueblos a las ciudades, si eliminas la influencia de la zona donde viven, si suprimes la diferencia entre centros públicos y privados, si anulas la influencia de la selección de alumnos mejores, en fin, si pones en práctica todas las políticas necesarias para igualar el estatus medio de los centros y tienen éxito, al final consigues una reducción de la desigualdad total del 1,4%. Así que los que pretenden igualar los resultados eliminando la segregación en las escuelas están matando pequeños microbios a cañonazos.

P. ¿A qué se debe que en España la desigualdad académica, la diferencia de resultados académicos entre alumnos, sea más baja que la media de la OCDE?

R. La desigualdad académica total está un 10-20% por debajo. Se discute mucho y hay teorías bastante peregrinas. Sí se observa que hay menos alumnos en España de rendimiento alto. Si en España hay un 3%, en Inglaterra hay un 6% y en otros países incluso un 10%. En cambio, el porcentaje de alumnos en España de nivel bajo es el mismo que la media de la OCDE. Es claro que si tuviéramos más desigualdad porque hubiera más alumnos de rendimiento alto la media del país aumentaría. 

P. España segrega académicamente menos a sus alumnos por sus resultados académicos que otros países, como Países Bajos o Alemania. ¿Funcionaría aumentar la segregación para mejorar el resultado medio? 

R. No. Lo que PISA 2012 encontró ya para España es que la segregación tiene muy poca influencia. Aunque en cuarto de primaria se pusieran a todos los alumnos excelentes juntos, no se lograría más que quizás una pequeña mejora.

P. Pero esto de la segregación académica tiene sus defensores y detractores.

R. En la mayor parte de los países se está en contra de la segregación y se ha procurado al máximo retrasar la separación en ramas de los alumnos. La mayor parte de las desigualdades se dan dentro de las aulas.

P. Por último, ¿hasta qué punto es determinante la implicación de los padres en los estudios de sus hijos para su éxito escolar?

R. El principal determinante de los resultados académicos es la capacidad del alumno. Luego es bueno, en general, que los padres se ocupen de los hijos, que los alumnos sean trabajadores, que en casa los traten con cariño o hasta que los lleven al teatro, que los profesores sean competentes y atentos… Pero la influencia de eso sobre el aprendizaje es pequeña en comparación con las capacidades del alumno. Es un poco descorazonador para los educadores y padres, que pueden preguntarse: "¿Con que todo consiste en ellos?". Y la respuesta es: "Sí". Pero hay que decir que la herramienta -padres y educadores- es muy importante. Si la herramienta no actúa, el efecto no se produce. El rendimiento depende de la la tierra, pero si no la trabajas ni la abonas no hay rendimiento o lo hay  muy pequeño.