La idea de que de repetir curso no mejora los resultados académicos es algo que llevan apuntando varios estudios desde hace unos años. Ahora uno nuevo señala que, además, acaba reduciendo los ingresos cuando ese alumno repetidor llega al mercado laboral debido a su falta de experiencia al haber retrasado su graduación escolar.
El informe Long-Term Effects of Grade Retention -publicado por el Centro de Estudios Económicos de la Facultad de Economía de la Universidad de Munich y llevado a cabo en Holanda entre alumnos titulados en escuelas secundarias- concluye lo siguiente: aquellos que repiten curso sufren una pérdida de ganancias anuales a los 28 años de 3.000 euros, un 8,5% menos, debido a su reducida experiencia en el mercado laboral.
“A corto plazo, la repetición da a los estudiantes la oportunidad de dominar el contenido que no aprendió durante el año anterior, lo que debería conducir a un mayor logro educativo a largo plazo. Sin embargo, la repetición retrasa la progresión del estudio por un año y este retraso implica una graduación más tardía y una entrada más tardía en el mercado laboral y, por tanto, menos experiencia y salarios más bajos”, señala el autor del informe Simon ter Meulen, profesor de Economía de la educación en la Universidad de Munich.
Hasta ahora España era uno de los países donde más se repetía: el 30% de los alumnos lo ha hecho alguna vez a los 15 años, solo por detrás de Bélgica y Luxemburgo. Un porcentaje muy lejano a la media de la OCDE, que se sitúa en el 13%. Sin embargo, los resultados en matemáticas o lengua de los alumnos españoles en PISA son prácticamente iguales que la media de la OCDE. Es decir, con el mismo nivel de competencia, en España se suspende mucho más que en cualquier otro sitio.
“Si muchos alumnos españoles que repiten fueran de países vecinos como Portugal, Francia, Italia o Grecia, no estarían repitiendo. Es decir, no repiten porque sean malos. Y aun imaginando que fuera efectiva la medida, se la estamos aplicando a demasiados alumnos", aseguraba en su día a NIUS Lucas Gortázar, coordinador de Educación en EsadeEcPol y consultor de Educación en el Banco Mundial.
Decisión del claustro de profesores
Con la nueva ley educativa, Lomloe, pasar de curso –salvo en Bachillerato- no depende de cuántas asignaturas se tengan suspensas (hasta ahora eran más de dos en la ESO) sino de lo que decida el claustro de profesores en cada caso particular. Además, ya no hay exámenes de recuperación en junio y septiembre en la ESO.
Lo cierto es que la repetición siempre ha sido un tema controvertido. Los partidarios de esta medida defienden que gracias a ella los alumnos que repiten tienen más tiempo para madurar y reforzar los contenidos que no han asimilado. Sus detractores creen, sin embargo, que no sirve para nada.
El estudio La repetición de curso en España, publicado por la Fundación Ramón Areces, va incluso más allá y señala que la repetición de curso per se hunde todavía más los resultados del alumno que no pasa al curso siguiente. Sobre todo a aquellos procedentes de estratos sociales más desfavorecidos, que repiten cuatro veces más que el resto. "Estos alumnos se ven perjudicados doblemente. Primero, porque repiten más. Y segundo, porque en comparación con sus compañeros repetidores de familias con más dinero, su rendimiento se deprime aún más", asegura Álvaro Choi, profesor de Economía en la Universidad de Barcelona, especialista en Economía de la Educación y uno de los autores del estudio.