El sector más golpeado por la pandemia de coronavirus se derrumba. Los hosteleros, tras un año de durísimas restricciones, piden ayudas directas para poder mantener sus negocios. Con menos clientes pero los mismos gastos, las cuentas no salen, y muchos se han visto abocados al cierre.
Roberto ha vuelto a cerrar su cervecería, es la tercera vez que lo hace en la pandemia. En los últimos 12 meses ha cerrado prácticamente seis por las restricciones. "De nuestro dinero hemos gastado en este último año por culpa de la pandemia entre 28.00 y 30.000 euros", cuenta el propietario.
Calcula un gasto diario de unos 215 euros entre alquiler, gestoría, internet, autónomos, seguros de local y de empleados, luz, agua y gas. "Yo puedo aguantar este mes y el que viene, después no hay milagros. Es totalmente imposible", subraya Roberto.
En otro caso, Pablo mantiene su local abierto por que hace comida para llevar a domicilio. Pero con su otro restaurante no tiene esa posibilidad y lo tiene cerrado. Aún así tiene que hacer frente a unos gastos de unos 5.000 euros al mes.
"Ahí ya sí que estamos perdiendo, con la puerta cerrada y los gastos fijos, sin ingresar ni un céntimo", comenta al respecto Pablo Rodel, gerente del local. Se quejan de que los continuos cambios respecto a la apertura de horarios y aforos les impiden cuadrar las cuentas. Por eso a muchos, pese a los gastos, no les compensa abrir.