Cómo hacer una carta de presentación para tu CV
La carta de presentación te ayudará a destacar tu CV por encima del resto, añadiendo un toque personal a tu candidatura
La corrección y concisión son básicas a la hora de explicar por qué aspiras a ese empleo y qué puedes aportar a la empresa
El tono elegido es clave: no es lo mismo aspirar a un puesto creativo que a un trabajo donde la formalidad sea básica
Cuando se trata de buscar trabajo, toda ayuda es poca. En el mercado altamente competitivo y en un contexto en el que la tasa de desempleo sigue siendo elevada, se hace necesario intentar destacar por encima del resto de aspirantes a un puesto determinado. Una forma de hacerlo es a través de una carta de presentación: esta herramienta te ayudará a personalizar tu perfil, aportando información de valor al empresario sobre quién eres y por qué aspiras a ese puesto de trabajo. En tiempos en los que lo digital se ha convertido en regla, todo toque personal sirve para acercarnos un poco más a nuestro objetivo. ¿Cómo hacer una carta de presentación que acompañe y complemente a tu currículum?
Cómo hacer una carta de presentación para buscar trabajo
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La carta de presentación es un documento que acompaña al currículum del aspirante a un puesto de trabajo, que permite ofrecer a la persona encargada de la selección de personal unas pinceladas sobre la motivación y la personalidad del candidato. Se trata de un documento que debe ser breve por definición, personalizado (de poco servirá una carta de presentación copiada y pegada para distintas candidaturas) y pensado para que el empleador obtenga una radiografía clara sobre la persona que se encuentra detrás de los datos académicos y profesionales que incluimos en el currículum. Hecho, en algunos casos, la carta de presentación es un requisito expreso.
Especialmente cuando enviamos un currículum a través de alguna plataforma de empleo como Infojobs o LinkedIn, un toque personal puede hacernos ganar puntos. Ten en cuenta que las empresas reciben cientos o miles de currículum cada vez que lanzan la convocatoria, por lo que el cribado que realizan es enorme. Si añades una carta de presentación a tu currículum y ésta se encuentra redactada expresamente para acceder a ese puesto de trabajo concreto, estarás mostrando un interés especial que la empresa valorará positivamente.
Cuanto a cómo redactar esta carta de presentación, existe cierta información básica que debe constar en ella. Por ejemplo, debemos hablar sobre cuáles son los motivos por los que queremos trabajar en esa empresa, sobre qué podemos aportar a la organización, cuál es nuestra forma de ser y nuestros valores, y, en definitiva, porque deberías ser tú y no otra persona quien consiga ese puesto de trabajo.
Eso sí, la humildad es clave: no se trata de vendernos a toda costa, sino de establecer un primer vínculo de comunicación personal que supere la frialdad de un currículum. Lógicamente, puedes hablar sobre tu experiencia previa y sobre tus conocimientos, así como destacar tus logros y responsabilidades, pero siempre enfocándolo hacia la utilidad que todo ello pueda tener para la empresa a la que vaya dirigida la carta.
Además, ten en cuenta que la carta de presentación suele ser lo primero que lee el empleador cuando recibe tu documentación. Por ejemplo, si vas a enviar un currículum a través de un correo electrónico, la carta personalizada debe ir en el cuerpo del propio e-mail, evitando enviar un correo vacío que contenga simplemente un archivo adjunto.
Otro consejo que recomiendan los expertos es ser claro, conciso, creativo, educado y cercano a la par que correcto. No olvides de destacar los rasgos de tu personalidad que puedan ser útiles para el puesto de trabajo al que aspiras, así como tus habilidades personales, siempre que sean pertinentes.
En este sentido, no existe un modelo único y específico de carta de presentación: simplemente, intenta que la información esté ordenada, bien redactada, y que no sobren ni falten datos relevantes. Si es necesario, puedes pedir a algún amigo o familiar con conocimientos en redacción que revise su contenido para pulirla antes de su entrega. Evidentemente, la ortografía y la puntuación deben ser perfectas, así como el tono elegido, que dependerá del perfil de la empresa en la que queramos trabajar: no es lo mismo aspirar a un puesto creativo que a un trabajo en el que la formalidad sea básica.