En los último años se ha vivido un auge de las llamadas panaderías 'gourmet', una realidad que choca con otra: faltan panaderos. El sector del pan sufre un problema de renovación generacional, ya que los jóvenes no quieren dedicarse a un trabajo tan duro con horarios muy complicados. Informan en el vídeo Antonio Ruiz-Jaén y Noemí Bautista.
Julio, panadero, sabe bien lo que es madrugar y hacerse a diario cientos de kilómetros. "Hay que moverse mucho y hay pueblos que tienen cuatro o cinco personas", cuenta.
Con su furgoneta reparte a diario en una docena de pequeños municipios leoneses. Un trabajo muy duro para el que es evidente que falta mano de obra. Ante esa escasez de profesionales, obradores escuela imparten formaciones intensivas de varias semanas.
"Solventamos un poco esa falta de relevo generacional y, por otro lado, a estos jóvenes que están en riesgo de exclusión social, pues le damos una oportunidad", cuenta Lidia García, responsable de Comunicación y Sostenibilidad de Puratos.
En esos cursos elaboran panes de todos los tipos, de los que saldrán preparados para trabajar en obradores artesanales. Tal y como explica Sandra Rodríguez, encargada del obrador Turris, es una forma de acceder al sector con más conocimiento.
"De esta forma entras en el sector y ya estás más enseñado. Antiguamente o lo habías vivido en casa o ni siquiera te planteabas entrar en el mundo de la panadería o no te planteabas esto", concluye.
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