Hoy hemos sabido que el número de parados en el mes de marzo ha subido como nunca. Más de 300.000 personas han pasado a engordar las listas del paro por el coronavirus. Entre ellas están los casi 1.000 empleados de una empresa de catering que abastece a colegios públicos andaluces, que denuncian que los despidieron el día 16 de marzo, aun cuando la Junta garantiza el abono de sus sueldos. El abogado Juan Francisco Moreno Domínguez considera que se trata de un “despido colectivo en cubierto que debería declararse nulo”. A día de hoy, estos empleados ni han cobrado, ni han podido pedir la prestación por desempleo.
Quienes trabajan en los comedores escolares suelen ser mujeres con contratos a tiempo parcial. No tienen grandes sueldos aunque sí son muy necesarios en sus familias. Engracia Gómez, cocinera en un colegio público onubense, cuenta que sus compañeros están en el paro desde el pasado 16 de marzo, primer día del cierre de los centros educativos a nivel nacional tras decretarse el estado de alarma por la COVID-19. Nos ha explicado que la empresa para la que trabaja dio de baja a toda la plantilla, la mayoría con contratos fijos discontinuos, sin esperar a las medidas del Gobierno. A ella la volvieron a dar de alta con carácter retroactivo porque dos días a la semana va a dar la comida a los alumnos de familias con menos recursos.
Engracia asegura que Catering Perea Rojas, empresa para la que lleva trabajando tres años, pertenece a un grupo que engloba a otras dos y que tiene más de 1.000 empleados en toda Andalucía, todos en la misma situación. María, que prefiere ocultar su verdadero nombre, monitora de comedor, asegura que ella ha sido despedida incluso estando de baja médica.
El abogado que lleva la causa, Juan Francisco Moreno Domínguez, considera que el despido de Engracia y sus compañeras es un “despido colectivo en cubierto que debe declararse nulo”. “No hubo negociación ninguna, ni previsión”. La situación de estos trabajadores es cuanto menos “complicada”.
Le empresa debería haber esperado a las directrices del Gobierno tras decretar el estado de alarma, como hicieron otros catering que sirven en colegios, señala, Carmen Ortiz, responsable de colectividades de CCOO Andalucía. Ellas fueron despedidas antes de que se diera la opción de acogerse a los ERTE. "Esta habría sido una alternativa", dice Engrasi.
Sin embargo, desde CCOO van más allá, al asegurar que un ERTE tampoco habría sido necesario. Ayer la Junta de Andalucía informó que iba a afrontar los pagos necesarios para mantener los "sueldos de los trabajadores de empresas que tuvieran contratos con la administración" con el objetivo de que no destruir más empleo.
Esta decisión del Gobierno regional, dice Moreno Domínguez, beneficia no solo a los empleados de comedor, sino también a limpiadores, monitores… Hoy hemos conocido los datos del paro. Marzo ha alcanzado el récord de cualquier mes de la serie histórica con más de 300.000 parados por el coronavirus.
Engracia cuenta a Informativos Telecinco que es muy difícil negociar con la empresa y que ahora mismo sus compañeros ni siquiera pueden cobrar el paro. “En el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) les dicen que no les puede conceder la prestación porque la empresa no ha mandado los certificados. “Así que llevan más de 15 días sin trabajar, sin cobrar ni sueldo, ni paro normal, ni ERTE ni nada”.
La situación de María es aún más rocambolesca porque estando de baja médica, la Seguridad Social le ha informado de que ha sido dada de baja como los demás compañeros. En la mutua para seguir tratándola le reclaman el certificado de empresa que ha “reclamado de forma incansable sin lograrlo”.
CCOO está trabajando en una denuncia colectiva en las distintas inspecciones provinciales y asegura que hay afectadas que van a iniciar acciones a nivel individual.
Informativos Telecinco ha intentado ponerse en contacto con la empresa sin éxito.