Ser víctima del robo de una tarjeta de crédito es una situación a todas luces indeseada, además de estresante, especialmente cuando los delincuentes realizan transacciones no autorizadas con tu dinero. Afortunadamente, existen una serie de mecanismos legales y protocolos bancarios que pueden ayudarte a recuperar el dinero robado siempre y cuando se actúe de manera rápida y eficaz. Te explicamos qué pasos hay que seguir en caso de que esto ocurra, así como las normativas que protegen al consumidor y qué podemos esperar del proceso.
El primer paso fundamental al detectar el robo o la pérdida de tu tarjeta de crédito es notificar inmediatamente al banco. Todos los bancos tienen habilitados canales de atención telefónica o aplicaciones móviles que permiten realizar un bloqueo inmediato de la tarjeta para evitar que se sigan realizando transacciones. Cuanto antes se bloquee la tarjeta, menor será el riesgo de que los delincuentes accedan a tus fondos.
Según la normativa europea PSD2, si los cargos fraudulentos se producen después de haber notificado al banco, la entidad tiene la obligación de devolverte la totalidad del dinero robado. Sin embargo, si los cargos se realizaron antes de la notificación, tú serás responsable de cubrir los primeros 50 euros del monto perdido.
Una vez que hayas reportado el robo al banco, este probablemente te pedirá que completes un formulario de cargos no reconocidos. Este documento es esencial para iniciar el proceso de reclamación y que la entidad bancaria investigue el caso. Algunas entidades permiten completar este trámite de forma digital, facilitando y acelerando el proceso con ello.
En algunos casos, también se recomienda presentar una denuncia ante las autoridades. Aunque no siempre es obligatorio, en situaciones de robo con violencia o fraudes más complejos, la denuncia puede servir como respaldo ante posibles reclamaciones o como prueba adicional en el proceso de devolución.
Tras presentar la reclamación, el banco procederá a investigar las transacciones fraudulentas. La mayoría de los bancos comienzan la investigación en un plazo de 24 horas, aunque puede tardar algunos días o incluso semanas hasta que se complete la devolución. Durante este periodo, se revisan los detalles de las transacciones para confirmar que no haya habido negligencia por parte del usuario, como compartir los datos de la tarjeta con terceros o haber dejado el PIN a la vista.
Durante la investigación se puede llegar a descubrir negligencia por el cliente si, por ejemplo, comparte los datos de la tarjeta con terceros o tiene apuntado su pin en la cartera y esta es sustraída. Además, con la doble verificación actual, se da por sentado que si se supera esta tampoco se puede reclamar, por haber superado todos los protocolos de seguridad indicados.
Si se demuestra que el usuario no fue responsable del fraude, el banco tiene la obligación de devolver el importe robado, excepto los primeros 50 euros si los cargos se hicieron antes de la notificación. En caso de duplicación de la tarjeta, donde no hay pérdida física de la misma, la entidad devolverá la totalidad del dinero, ya que se considera que el usuario no pudo prevenir esta situación.
Los plazos para la devolución del dinero pueden variar según la entidad bancaria. Aunque algunas pueden procesar la devolución en menos de una semana, otras pueden tardar hasta 60 días, especialmente si es necesario verificar los detalles con el comercio en el que se realizaron los cargos fraudulentos. Este proceso suele depender de la colaboración entre el banco y el comerciante para validar la transacción.
Si no te das cuenta del robo o clonación de tu tarjeta de crédito hasta que ya se han realizado los cargos, la legislación europea sigue protegiéndote. En casos donde no hay una posibilidad real de que detectaras el robo, como cuando clonan tu tarjeta para compras online, el banco deberá reembolsarte la cantidad completa de las transacciones no autorizadas, sin aplicar la regla de los 50 euros. La protección está diseñada para cubrir tanto compras en establecimientos físicos como fraudes por internet.
Aunque el proceso para recuperar el dinero robado es efectivo, es importante tomar medidas preventivas para evitar ser víctima de fraudes con tarjetas de crédito.
Recuperar el dinero si te han robado la tarjeta de crédito es un derecho garantizado por las leyes europeas y las normativas bancarias internacionales. Actuar con rapidez y seguir los pasos correctos —notificar al banco, presentar la reclamación y colaborar en el proceso de investigación— te permitirá resolver la situación sin pérdidas significativas. Sin embargo, la mejor protección sigue siendo la prevención, por lo que tomar medidas para asegurar la tarjeta y evitar el fraude es siempre la mejor estrategia.