Qué necesitas para pedir una tarjeta de crédito sin que te cobren de más
Conseguir que tu tarjeta de crédito suponga el mínimo coste es posible si comparar ofertas y negocias con tu entidad
Conocer las condiciones concretas de tu tarjeta te permitirá ‘jugar’ con sus condiciones en tu favor y evitar cargos elevados
Contar con una tarjeta de crédito puede ser muy útil para salir airoso de ‘sorpresas’ económicas desagradables o para repartir tus gastos. En ocasiones es también un básico imprescindible para determinadas transacciones (por ejemplo, el alquiler de un vehículo). Pero pedir una tarjeta de crédito y no tener claras sus condiciones puede ser un arma de doble filo: la facilidad con que puedes recurrir a ella puede resultar demasiado tentadora y, en ocasiones, no es difícil perder las riendas de nuestros límites de gasto.
O como ocurre ahora en que los bancos empiezan a cobrar por las cuentas corrientes, el uso de tarjetas y compras con ellas es una herramienta para no pagar comisiones.
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Por eso es importante aprender a utilizar este tipo de herramienta a tu favor y, en la medida de lo posible, intentar que no suponga ningún cargo extra para ti. Esto se aplica tanto a los intereses que puedan cobrarte por tus compras como en lo referente a posibles cuotas anuales de mantenimiento.
Sobre el primero de estos gastos, si no quieres pagar intereses en absoluto, una opción de uso interesante es la de repartir el cobro de tus compras entre dos meses, de forma que asumas con tu tarjeta de débito lo que quieras pagar al momento, y con tu tarjeta de crédito lo que quieras que te pasen a fin de mes. De esta forma estarás haciendo uso de esta herramienta sin pagar absolutamente ningún porcentaje extra por ello.
En cualquier caso, ante la posibilidad de tener que recurrir a pagos a plazos con intereses, es importante comparar condiciones para que no te cobren de más: existe una amplia oferta de tarjetas de crédito en el mercado y algunas rozan (o superan) los límites de lo abusivo cuando se trata de cobrarte intereses por su uso, por lo que es importante hacer bien tus deberes antes de solicitar ninguna de ellas.
¿Cómo pedir una tarjeta de crédito sin que te cobren de más?
En cuanto al posible pago de cuotas fijas (y también en cuanto a los intereses por tus compras), la condiciones que aplicará tu banco a tu caso particular serán mejores cuanto mayor sea tu vinculación con la entidad: domiciliación de tu nómina, contar con una cantidad mínima en tu cuenta, domiciliar tus facturas… Así, si cuentas con una cuenta bancaria y una tarjeta de débito en tu entidad, lo normal es que ésta te ofrezca una tarjeta de crédito a la altura de tus necesidades, aunque, claro está, siempre te verás sujeto al pago de intereses en ciertos casos.
Por lo general, este tipo de tarjetas suelen venir libres de cuotas anuales cuando se expiden bajo estas circunstancias de alta vinculación cliente-entidad, aunque hay excepciones. Si no es el caso de tu banco, tal vez puedas plantearte acudir a otra entidad, o pedirles la eliminación de esa comisión si quieren mantenerte como cliente. Muchas veces basta negociar para alcanzar las condiciones que deseas.
Por otro lado, algunas entidades exigen un gasto mínimo anual para ser gratuitas, algo que no será problema si crees que vas a superar con seguridad dicho límite, aunque siempre será mucho mejor que no exista condición en absoluto para librarte de comisiones más allá de la domiciliación de tu nómina u otros requisitos similares.
Tarjetas premium y tarjetas vinculadas a comercios
Además, existen tarjetas de crédito premium por las que normalmente toca pagar una cuota anual o mensual, justificándose este cargo por las ventajas que éstas ofrecen con respecto al resto de tarjetas de crédito del mercado. Está en tu mano valorar si merece la pena asumir o no este pago. Por ejemplo, si tu tarjeta de crédito premium te permite sacar dinero gratis en cualquier cajero del mundo, te ofrece un límite de crédito mucho mayor, te pone en bandeja un servicio de asistencia personalizado, incluye seguros que sean útiles para ti… tal vez sea conveniente que optes por este tipo de tarjeta.
Por último, otra modalidad de tarjetas de crédito gratuitas es la de las tarjetas vinculadas a comercios concretos (Ikea, Mediamark, Fnac…), que ofrecen grandes ventajas cuando se trata de realizar tus compras en estos establecimientos, pero que pueden llegar a cobrarte intereses muy elevados en determinadas ocasiones. Conviene, como en todos los casos, leer bien la letra pequeña ante de pagar a plazos cualquier compra y asegurarnos de conocer las implicaciones de ese desembolso antes de actuar.