La inflación ha provocado que la cesta de la compra sea más cara que otros años. Los españoles que ganan el salario mínimo ya destinan el 11,3% de él al mes en hacerla. Según la Organización de los Consumidores, el precio de los alimentos ha aumentado en un 10,5% en los últimos 12 meses. Y un 24,3% si se cuentan los últimos 24 meses. Unas cifras récord que han afectado sobre todo a la adquisición de alimentos básicos como el pescado, la carne y el aceite de oliva. Este último ya es un 67% más caro que el año pasado.
Otros como la fruta y la verdura fresca también han disminuido. El 50% y el 45% de los encuestados reconoce que ha tenido que reducir la compra de fruta y verdura fresca. La OCU alerta sobre el peligro de sustituir la adquisición de estos productos por otros procesados y de menor precio. La organización insiste en el que el Gobierno debe aumentar el importe del cheque de 200 euros, aumentar el número de beneficiarios y ampliar el IVA del 0% a la carne y el pescado para facilitar la ingesta de proteína de origen animal.
La Organización de Consumidores y Usuarios ha lanzado una serie de consejos para ahorrar en el coste de los alimentos básicos y no sustituirlos por los procesados. Buscar variedades baratas o productos de temporada nos puede hacer reducir el dinero de nuestra cesta de la compra. Comprar congelados también puede ser una buena opción: las verduras son un 44% más económicas que las frescas. Sobre todo las judías verdes, que se reduce el precio en un 71%.
Adquirir los productos de marcas blancas puede hacernos ahorrar hasta en un 26% si lo comparamos con alimentos de marca. En cuanto a las ofertas, podemos reducir los gastos en un 50% si cogemos productos en oferta por pronta caducidad.
La inflación ha afectado a todos los productos básicos, pero el pescado es el gran afectado por el incremento de los precios. Según la OCU, Un 60% compra ahora menor cantidad de pescado y un 19% opta por comprar pescados de menor calidad. Seguidamente, va la carne con un 54%, el aceite de olvida con un 53%, la fruta con un 50% y la verdura fresca con un 45%. Los lácteos son los menos damnificados: el 30% de los hogares compra ahora algo menos que el año pasado.
En una encuesta de más de 1.500 usuarios, un 23% afirma que ha modificado sus hábitos de compra y consumo de esos seis productos básicos incluidos. Tan solo un 16% afirma no haber modificado sus hábitos respecto a ninguno de esos alimentos.