Videopodcast 'A ver si me he enterado', con Miguel Ángel Oliver: 'Don Dinero': ¿dónde, cuánto y para qué?

  • El Gobierno y los organismos de control reclaman a los bancos que remuneren los depósitos de los ahorradores, pero las entidades prefieren colocar productos financieros y escudarse en el exceso de liquidez

  • Los países de la Unión Europea tienen que devolver este verano gran parte de los préstamos bancarios que recibieron del Banco Central Europeo para hacer frente a la pandemia y evitar el colapso de la economía continental

  • Los españoles tienen una cultura financiera rudimentaria, basada en el ahorro como exponente máximo de su tranquilidad frente a los tiempos difíciles y a los grandes fiascos bursátiles y financieros, como las ‘Preferentes’, vividos desde la gran crisis de 2008

El Gobierno de Pedro Sánchez ha tomado cartas en el asunto en plena precampaña electoral. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha anunciado que el sector financiero debe trasladar el impacto de la política monetaria, de subida de tipos, también a los depósitos. Por eso, ante la resistencia que ofrecen los banco, ha encargado un análisis a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y al Banco de España para saber cuáles son los motivos por los que no se paga más dinero a los ciudadanos por sus depósitos, mientras que sí se cobra más por las hipotecas. La ecuación es fácil: si el dinero está más caro para prestar, también habrá de pagarse más a los ahorradores para que lo tengan en tu banco y no en otro.

Calviño no descarta incluso cambios legales para actuar. Este movimiento del ejecutivo tiene lugar sólo una semana después de que las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz se vieran las caras con varios de los máximos responsables de la banca española en las jornadas organizadas en Santander por la Universidad Menéndez Pelayo y la APIE, la Asociación de Periodistas de información Económica. Allí, entre sonrisas y buenos modos, se expusieron las tensiones que han terminado por mover al gobierno en esta dirección: lograr que los cuentacorrentistas, millones de personas y de familias que en España prefieren gastar menos y ahorrar más, obtengan más rentabilidad por su dinero. Cani Fernández, la presidenta de la CNMV, ya dijo en Santander que no entendía por qué los bancos no pagaban más por el dinero de los ahorradores, por qué no peleaban más por su clientela.

Santander, BBVA, Caixa Bank y Sabadell, cuyos máximos representantes estuvieron en las jornadas, se hicieron los locos. José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Caixa Bank, lo justificó argumentando que las entidades financieras prefieren recomendar productos más sofisticados, que dan más rentabilidad que los sencillos depósitos. Vino a decir que lo hacen por responsabilidad y por el bien de sus clientes. El exceso de liquidez, provocado por el Banco Central Europeo al regar de dinero la Unión Europea para evitar un colapso económico durante la pandemia, ha conducido a los bancos a esta posición cómoda. Cobran caro el dinero cuando lo prestan, con el Euribor ya superando el 4%, pero lo pagan baratísimo en España cuando lo guardan. No ocurre lo mismo en otros países, en los que la remuneración de los depósitos es casi el doble que en el nuestro.

Cultura financiera

“Es una cuestión de cultura financiera”, nos dice la experta en economía doméstica Amalia Guerrero, autora del libro ‘En casa, las cuentas claras” (Editorial Plataforma, 2021). En España, desde los tiempos del hambre y, más recientemente, tras los fiascos bursátiles y financieros, como el escándalo de las ‘preferentes’, vividos desde la gran crisis de 2008, los ahorradores tienen una cultura financiera muy básica. Mucha gente no quiere líos. Ya no es aquella época en la que las familias guardaban el dinero debajo del colchón o en un bote, pero todavía queda mucha gente que sí lo hizo y que lo único que quiere es acumular un ahorro que le garantice su vejez, para pagarse una residencia o un tratamiento médico. “En realidad, nuestros mayores no lo hicieron mal”, dice Amalia en este capítulo de ‘A ver si me he enterado’, “nos dieron una hucha”. Pero los tiempos han cambiado y ahora hay fórmulas sencillas para tener las cuentas en orden y adquirir una cultura financiera más solvente desde la niñez.

Educar a los niños

La infancia y la adolescencia son los momentos en los que hay que actuar, dice Amalia. “Nos enseñan cómo ganar dinero, pero no dónde invertirlo o cómo gastarlo”. Para esta licenciada en Empresariales y Administración de Empresas por la Universidad de Jaén, la paga semanal de los niños y adolescentes es una buena herramienta para aprender. “Casi todo el mundo puede ahorrar un poquito. De tu sueldo, retira cada mes cincuenta euros para imprevistos. Ordena a tu banco una transferencia programada a otra cuenta tuya. No es mucho, pero en un año tendrás al menos seiscientos euros en la cuenta para una lavadora estropeada o para resolver un problema con el coche”. Rebeca Gimeno, jefa de Economía de Nius, asiente cuando escucha a Amalia Guerrero, y añade que hay que apelar al “yo del futuro, que es siempre más inteligente que el yo del presente”. Se refiere a la llamada Economía del comportamiento, una línea de investigación y pensamiento que estudia nuestras tendencias emocionales para conocer mejor nuestros procesos de toma de decisiones e influir en ellos.

Ambas participan en esta conversación con Miguel Ángel Oliver sobre el ahorro, las remuneraciones por nuestro dinero a las que se resisten los bancos españoles, y nuestras propias pulsiones a la hora de gastar, ahorrar o invertir. Habrá que educar nuestra conducta y adquirir una mayor cultura financiera desde pequeños, en esta época del ‘bizum’ y del dinero invisible, y exigir a los bancos que paguen por nuestro dinero lo que se merece. Al hilo del ‘yo del futuro’ lanzado por Rebeca, Amalia Guerrero concluye con una frase de Benjamin Franklin, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos: “Vacía tu bolsillo en tu mente. Y tu mente llenará tu bolsillo”.