El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la movilización de 50 000 viviendas de la Sareb, conocido como el 'banco malo', para el alquiler asequible de familias y jóvenes. Pero ¿es suficiente?
Desde el plató de Informativos Telecinco, Beatriz Benayas repasa cuál es la situación de la vivienda pública en España. En 2006, se construían 97 617 viviendas públicas frente a 664 923 libres, pero en 2021 estas cifras descendieron a 9 567 públicas y 84 091 libres.
“Ya venía cayendo en las últimas décadas de antes, pero desde la burbuja inmobiliaria, desde el pinchazo, vemos como ha ido bajando en los últimos años la curva. Lo que entonces era dentro de toda la vivienda construida cada año casi 100 000 viviendas públicas, hoy son apenas 10 000. A pesar de que en los últimos años ha repuntado levemente, no es suficiente ya que la construcción no es sinónimo de solución”, ha señalado.
Benayas explica que del “total de viviendas que hay en España, la vivienda pública tan solo representa el 2,6%”, un dato que compara con que “la media de la UE es de un 9,3%”. Además, recuerda, “el objetivo al que aspira el Gobierno a llegar es del 20%”. Para ello, se pregunta: “¿Es esto suficiente con las 50 000 viviendas que ha anunciado Moncloa? Según los expertos, no”.
“El 20 por ciento es un deseo, pero un deseo que invirtiendo mucho, mucho, mucho en vivienda igual llega en 2045. Nos encontramos ante la típica proposición antes de las elecciones que se promete lo imposible después de no haber hecho absolutamente nada. En este caso, el Gobierno actual desde 2019 y en el caso anterior, el Gobierno del PP desde el 2012”, asegura el economista Gonzalo Bernardos.
Entonces, ¿cuál es la solución? “Los economistas ponen como ejemplo una ciudad, la de Viena, como ejemplo espejo en la que mirarnos. Ahí hay casi un 50 por ciento de vivienda pública”, indica Benayas.
Sin embargo, dice, “hay un aspecto que la ley ignora, que es fundamental, que es que no contempla una regulación del alquiler turístico, que es lo que está tirando para arriba en zonas costeras y capitales de provincia. Los expertos dicen que la solución para paliar esto vuelve a ser más vivienda pública porque eso equivale a más control, más parque inmobiliario controlado con sus precios más bajos y, además, que la vivienda protegida sea vivienda protegida para siempre, que los euros que se invierten en ladrillo público se queden ahí y no sirva para especular cuando se quita la protección de esas casas”.
“Prácticamente, cualquier protección se hace para vender. La protección pública debería ser para siempre”, asevera Bernardos.