El 'terremoto' de Ferrovial: una señal para España, ¿y también para Europa?

  • "La compañía necesita encontrar financiación a largo plazo para sus proyectos de infraestructuras", explica un analista

  • La constructora asegura que el cambio de sede obedece a la necesidad de mejorar sus condiciones de financiación

  • Los fragmentados mercados de capitales europeos no responden a las necesidades de las grandes empresas de la UE, según el BCE

A las 17.43 del pasado día 28 de febrero, en el número cuatro de la calle Edison en Madrid, se registró un terremoto. La constructora Ferrovial hacía llegar a la sede de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) un documento. En él comunicaba su decisión de marcharse a los Países Bajos. Cinco páginas en las que detallaba su plan aprobado por el consejo de administración de la empresa.

A menos de tres kilómetros de allí, en el 162 de la Castellana, el temblor sacudía el edificio del ministerio de Economía. Todo indica que no les habían avisado de lo que iba a pasar. La vicepresidenta Nadia Calviño no pudo contactar ese día con el presidente de la constructora, Rafael del Pino, el hijo del fundador. No había precedentes de lo que acababa de ocurrir: nunca otra empresa nacional había planteado cambiarse el pasaporte español por otro. 

La reacción del Gobierno ha ido in crescendo a lo largo de la semana hasta llegar al nivel de presidente (del Gobierno) contra presidente (de Ferrovial): "La patria no es hacer patrimonio. Es ser solidario y arrimar el hombro cuando tu país lo necesita", espetaba este viernes Pedro Sánchez a 3.600 kilómetros de distancia del epicentro. Del Pino, hay que recordar, es el tercer hombre más rico de España.

La versión de Ferrovial: financiación

La empresa insiste en que cambia de sede para mejorar sus condiciones de financiación. El año pasado aumentó en un 22% sus inversiones en proyectos de infraestructuras. Ese crecimiento se hizo a base de más deuda a largo plazo. "Si uno analiza el balance de sus cuentas, lo que se ve claramente es que necesita encontrar financiación a largo plazo para los proyectos que tienen en marcha", explica un analista.

La empresa paga un tipo medio de interés del 3,5% por su deuda financiera -- el 92%está a tipo fijo --. El año pasado los préstamos sumaron casi 1.000 millones de euros más. "Tiene sentido que estén buscando financiarse en algún otro lado", añade este experto. En un momento de subida de tipos de interés es más complicado manejarse con elevados volúmenes de deuda. Y en ese sentido, Europa no termina de responder a las necesidades de las grandes empresas del viejo continente. Sus mercados de capitales están muy fragmentados: 27 bolsas, con diferentes regulaciones y trámites...

"Estos mercados son muy estrechos en la UE. Y eso explica por qué las compañías europeas tienen que recurrir a la financiación bancaria en lugar de acudir directamente a los inversores, que es mucho más barato", explica un experto en economía internacional.

Un dato: las empresas europeas recurren a los bancos para financiar el 80% de su deuda. En EEUU ese porcentaje no llega al 20%, según datos de Deutsche Bank. ¿El resto? Lo consiguen con emisiones de bonos que compran inversores y fondos de inversión.

"Aquí hay una señal para Europa también: los mercados de capitales no responden a las necesidades de las grandes empresas y eso es una desventaja". Lo ha admitido el propio Banco Central Europeo (BCE) esta semana. "Tenemos mercados muy fragmentados y es importante avanzar hacia una unión, pero vamos muy lento", admitía Christine Lagarde.

Y esto explicaría por qué Ferrovial quiere dar el salto a la bolsa de Nueva York por dos motivos

  1. "Las oportunidades de crecimiento se esperan en los mercados internacionales, en particular EEUU", explicaba la empresa. Estar más presente en este país le da más posibilidades de conseguir entrar en las multimillonarias inversiones en infraestructuras que se van a realizar en los próximos años. El Gobierno de Joe Biden ha anunciado un plan para reactivar la economía y luchar contra la inflación.
  2. Desde la bolsa española Ferrovial no puede dar ese salto, pero desde Países Bajos, sí. Y así lo explicaba en sus documentos remitidos a la CNMV: una vez se traslade a Ámsterdam la cabecera del grupo, se solicitará la admisión para cotizar en Estados Unidos. "Este es el próximo paso natural para Ferrovial, en línea con su negocio actual y oportunidades futuras", argumentaba la constructora. Estar en Wall Street significa acceder directamente a los inversores y a condiciones de financiación más baratas.

"Si se quiere competir cuerpo a cuerpo con una empresa estadounidense hay que hacerlo en igualdad de condiciones. Y eso significa tener acceso al mismo mercado de capitales que ellos", explica el experto.

La narrativa del Ejecutivo

Descalificativos aparte, desde Gobierno no se han dado por buenos estos argumentos. "Es la compañía la que tendrá que explicar sus razones", contestaba Calviño en una entrevista cuando se le preguntaba por los motivos. Ferrovial los daba, incluso mandó directamente la documentación que tenía en su página web a la CNMV el jueves por la tarde. Noventa y dos páginas de explicaciones. Pero el Ejecutivo estaba ya en modo bucle y para él sólo cabían dos posibilidades:

  • Que Ferrovial quería darle una bofetada al Gobierno por sus políticas. Recordemos los impuestos extraordinarios a energéticas, bancos y grandes fortunas. Además de los comentarios "contra los poderosos" que se repiten tanto desde el PSOE como en Unidas Podemos con intensidad variable.
  • Que Ferrovial quería reducir los impuestos que paga, ya que Holanda es un país favorable a las empresas en este asunto. "La competencia para atraer a grandes empresas es feroz", explica un experto en tributación.

Además, sirve de precedente que el propio presidente de la constructora ya utilizaba una sociedad en Ámsterdam para gestionar parte de su fortuna. "En este caso es pura planificación fiscal para pagar menos impuestos", sostiene un experto.

En términos económicos, si finalmente la junta de accionistas de Ferrovial aprueba el cambio --está prevista para algún momento del segundo o tercer trimestre--, España no perderá tanta recaudación. El 92% de los ingresos de la empresa se generan fuera de nuestro país.

No es un caso único. Las holandesas Shell y Unilever se mudaron a Reino Unido, por ejemplo. Fiat hizo las maletas hacia Países Bajos. Y no fue solo por la cuestión fiscal. El Brexit dejó a las empresas de la UE sin uno de los principales escaparates financieros.

"Eso ha tenido un impacto tremendo", analiza un experto en impuestos. "Más allá de los efectos a corto plazo, es importante que el centro de decisiones de una empresa lo tengas en tu país. Genera empleos de valor añadido, salarios altos, decisiones de inversión porque conoces el terreno en el que te mueves... Que Silicon Valley sea uno de los lugares más ricos tiene que ver mucho con que las empresas están ubicadas allí".