El nómada digital es más que una palabra. Parece un estatus laboral que se ha instalado arrastrado por el auge del teletrabajo. La palabra suena tan bien que ya la hemos incorporado como una especie de empleado- turista- privilegiado que vive dónde elige a su gusto en parajes de ensueño. La realidad no siempre es cómo la cuentan y detrás de este fenómeno, que trajo la nueva normalidad de la pandemia de covid, también hay trabajadores que se autoexplotan, a veces sin vínculo contractual y pagando de su bolsillo los medios para trabajar. Ya hay quien en vez de nómadas digitales lo definen como teleprecariedad.
El nómada digital es un empleado que realiza su trabajo de forma remota, a través de internet. Durante la pandemia aparecieron con un ordenador en exóticas terrazas en Tailandia, Lisboa, Canarias y Málaga, mientras los demás estábamos en nuestro agujero urbano con los hijos corriendo a nuestro alrededor.
"Al principio en la pandemia muchas de las personas trabajadoras que tuvieron opción de teletrabajar percibieron este hecho como una magnifica opción en diferentes sentidos, les parecía que iban a poder conciliar más fácilmente, que ahorrarían tiempo y dinero tanto es desplazamientos como en cuestiones accesorias, pero la realidad luego no fue exactamente así", asegura la abogada laboralista, Elisa Ledesma Rubio, del bufete del mismo nombre.
Todo lo que habla de los nómadas digitales está rodeado desde entonces de este imaginario de añoranza y bienestar , como si en vez de trabajo en realidad hablarámos de vacaciones, pero ¿es realmente así?
La abogada especializada en temas laborales habla de los trabajadores que le hablan de las consecuencias psicosociales por el aislamiento de sus colegas y de la "angustia" que sienten, ante el eventual regreso a la oficina al "pensar si encontraría atasco o incluso qué ropa ponerse". Y no solo eso, sino también la falta de medios adecuados "a veces la silla que se utiliza en casa no es la adecuada para estar en ella 8 horas, ni siquiera lo es en muchos casos la pantalla del ordenador tanto por tamaño como por filtro, la luz de la habitación que se utiliza
" Todo esto que en un puesto de trabajo en una empresa debe estar medido y ha de ser idóneo y adecuado, no siempre lo es cuando se está teletrabajando, incluso aunque la empresa facilite muchos de esos medios", argumenta Ledesma Rubio.
Byung-Chul Han se preguntaba en 'La Sociedad del Cansancio' si internet nos hacía más libre' o nos convertía en esclavos, dependientes de la tecnología. En una sociedad hipeconectada en la que vivímos en una vigilia constante siguiendo el ritmo de la máxima producción en la que estos nómadas digitales terminan siendo lo que el filósofo coreano llama "emprendedores de sí mismo".
"Otra de las cosas que observamos y que nos trasladan es que aunque a veces cumplan estrictamente el horario marcado, es verdad que en no pocas ocasiones se conectan o más tiempo del debido o en horarios no pactados inicialmente, en ocasiones incluso provocado por la sobrecarga de trabajo."
El "animal laborans,' como lo define el filósofo coreano, "que se explota a sí mismo", porque es su opción ante "el exceso de trabajo y rendimiento", parece encajar en una vertiente de este perfil del nómada digital, que viene presentado como un turista que con su portátil disfrutando en una playa, que en una montaña, con un nivel de vida óptimo.
"Yo creo que habrá un sector de trabajadores a los que va a ser muy beneficioso este sistema, tanto a nivel personal como laboral, van a poder acceder a puestos de trabajo en empresas de prácticamente cualquier parte del mundo, moviéndose o sin moverse de su entorno, lo que actualmente no es tan fácil, cuestión que también sirve para la empresa, cuyo mercado y demanda difumina límites."
Sin embargo, la abogada también advierte de que también "conviene no olvidar algunas premisas básicas, como que una empresa siempre persigue el máximo beneficio, y que siempre que exista una relación laboral, las partes juegan en un campo en que la regla del juego principal es que no se relacionan en igualdad, por eso el derecho del trabajo ha de ser tan protector con las personas trabajadoras, que siempre son la parte más débil de este tándem."
España también quiere aprovechar el tirón y ya tiene lista una nueva visa para nómadas digitales, un permiso de residencia más flexible, vinculado a la actividad laboral de estos teletrabajadores para empresas extranjeras .
Se podrán establecer en cualquiera de las ciudades españolas sin necesidad de un visado de trabajo regular. Enmarcada en la "Ley de Startups", que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2023 facilitará las nuevas visas siempre que los nómadas digitales demuestren suficientes ingresos y que al menos el 80% de estos proceda de empresas extranjeras.
El Gobierno ha explicado que el objetivo es eliminar trabas burocráticas y flexibilizar trámites "para fomentar la creación y la inversión en empresas emergentes de base tecnológica" con la intención de "atraer y recuperar el talento internacional y nacional, favoreciendo el establecimiento en España de teletrabajadores y “nómadas digitales” .