Solo la inflación dispara en 4.000 millones el coste de la deuda de España en 2022

  • El 5% del total de la deuda a finales de 2021 estaba ligada a la evolución de la inflación, según el Banco de España

  • Las necesidades de financiación anual del sector público rondan el 20% del PIB

  • El Banco de España registrará pérdidas en 2023 por la evolución de los tipos de interés frente a los beneficios de 1.800 millones de euros de este año

La inflación y su escalada sigue generando todo tipo de efectos en la economía. Las familias pierden poder adquisitivo, las empresas se enfrentan a mayores costes y el Tesoro Público tendrá que destinar 4.000 millones más a remunerar su deuda este año, según cálculos del Banco de España (BdE). El 5% del stock del dinero que debía nuestro país a los inversores estaba indexado a la evolución de los precios a cierre de 2021. Es decir, los intereses varían en función de la inflación.

"Con las previsiones actuales de inflación, esto supondría un incremento de los gastos por intereses a lo largo de 2022 de 4.000 millones de euros", explicaba el gobernador del BdE, durante su comparecencia este lunes en el Congreso. La referencia para este tipo de deuda es el IPC de la zona euro, que para este año se prevé que termine en el 8,1% de media.

Al igual que le ocurre al sector privado, el público no es ajeno al impacto de la inflación en sus cuentas. La subida de los precios explica parte de la buena marcha de la recaudación de impuestos (más inflación equivale a más ingresos por IVA automáticamente). Hasta el mes de agosto, Hacienda ha ingresado un 18% más por todos los tributos. El líder del PP llegó a utilizar el término "forrarse" para referirse a este incremento de la recaudación. Sin embargo, la subida de los precios supone también hacer frente a mayores gastos y no todos se materializan al mismo tiempo ni con la misma velocidad.

Por ejemplo, los cerca de 15.000 millones que se calcula va a costar revalorizar todas las pensiones con el IPC no se desembolsarán hasta enero de 2023, aunque ya a día de hoy el Estado esté generando mayores ingresos derivados de la inflación.

El caso de la deuda pública

En el caso de la deuda habrá efectos inmediatos y más a medio plazo. El más directo es el que se deriva de esos bonos con referencia a la evolución de la inflación. Las previsiones de precios "todavía elevados" de cara a 2023 mantendrán alto este sobrecoste de remunerar a los inversores de este tipo de deuda.

Por otro lado, la aceleración de la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) ha encarecido notablemente el coste de las emisiones este año. Los intereses que tiene que pagar el Tesoro Público a los inversores para vender su deuda reflejan este encarecimiento de la financiación en cada subasta. "En el primer semestre de 2022 ya se aprecia un crecimiento interanual de los pagos por intereses de la deuda de un 14,4%, lo que contrasta con el crecimiento más moderado que esta partida registró en 2021, del 3,7%", explicaba Pablo Hernández de Cos a los diputados.

Aun así, la escalada de la inflación tendrá un efecto "relativamente desfasado" sobre el gasto de intereses que genera la deuda española cada año. ¿Por qué? Porque en los últimos años la estrategia ha sido aprovechar los tipos bajos para alargar la vida de la deuda. Eso quiere decir que hay que refinanciar menos dinero cada año y por eso la subida de tipos afecta a una menor fracción de la montaña de deuda pública.

El Banco de España tendrá pérdidas

El Tesoro Público además no contará el año que viene con la aportación positiva del BdE. La entidad contribuirá en 2022 con 1.800 millones de euros de sus ganancias pero avanza que lo siguiente son pérdidas. "Nuestros análisis muestran que lo más previsible es que en 2023 el Banco de España -- al igual que la inmensa mayoría de los bancos central del Eurosistema-- incurra en resultados negativos", señalaba el informe del gobernador.

Más tarde, preguntado por los disputados por esta cuestión, Hernández de Cos explicaba que los números rojos se deben a que, ante una subida de tipos de interés, el pasivo del banco es mucho más sensible que el activo. No es que el BdE entre en quiebra ni nada por el estilo: pagará en intereses más de lo que ingresará por este concepto. El Tesoro Público no podrá contar con su aportación en 2023 que, según el gobernador, "ha rondado el 0,2% del PIB en los últimos años".

70.000 millones más de deuda en 2023

A pesar de los ingresos récord que se planifican en los próximos presupuestos -- y que el BdE considera que "parecen factibles"-- , el Estado seguirá necesitando cantidades importantes de dinero prestado para llevar a cabo sus políticas. Las cuentas de 2023 plantean una emisión de deuda nueva de 70.000 millones de euros (5.000 millones menos que este año). A esa cantidad habrá que añadir la refinanciación de toda la deuda vieja con vencimiento el año que viene.

  • En total, el Tesoro se lanzará a los mercados a pedir 257.000 millones de euros, más todavía que este año. Equivale a alrededor del 20% del PIB, según el BdE.
  • Son 704 millones de euros de necesidades de financiación al día.

Aun así, el Gobierno espera que la deuda caiga hasta el 112% del PIB en 2023. Sin embargo, el gobernador destacaba que este descenso se deberá "exclusivamente" al crecimiento del PIB que "más que compensará los aumentos de la deuda provocados por el déficit presupuestario y el pago de intereses".