Acotada en tiempo y en intensidad: así se prevé la probable recesión económica

  • BBVA Research pronostica dos caídas consecutivas del PIB entre el cuatro trimestre de este año y el primero de 2023

  • El Banco de España evita pronunciarse sobre la posible recesión dado el elevado nivel de incertidumbre

  • En lo que sí coinciden todas las proyecciones, es en que a partir de la primavera volverá el dinamismo y que 2023 será un año de crecimiento económico

Que levante la mano quien se haya enterado de que el PIB de España registró un crecimiento negativo en el arranque de 2022. Premio para el que adivine que fueron dos décimas de caída. La noticia pasó muy desapercibida por dos motivos: fue durante una revisión del dato meses después y la cifra no protagonizó casi ningún titular. Pero lo que probablemente veamos en los próximos trimestres sí acapare portadas: España probablemente entrará en recesión técnica.

Al Gobierno se le insiste una y otra vez sobre esta posibilidad: ¿se puede descartar que ocurra? Los ministros tienen que afinar en sus respuestas. Por un lado no pueden excluirla categóricamente y por otro, tampoco quieren transmitir pesimismo sobre el corto plazo. El Banco de España puede ilustrar bien este dilema. En el mes de abril no descartaba la posibilidad de una recesión técnica - dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo--. La semana pasada, al actualizar a la baja su previsiones para 2023 prefería no entrar en el debate. "Otra gente se aventura a decir que va a pasar una u otra cosa. No es nuestro caso", respondía Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del BdE. El banco evitaba a toda costa dar el titular con la palabra recesión en él.

El problema con el término recesión es que, aunque lleve el matiz de 'técnica', infunde miedo y a nivel político es totalmente explosivo. En la medida en la que puede modificar las expectativas de consumo y confianza de los hogares, hay que evitar a toda costa que cale en las narrativas sobre la economía. Varios estudios han analizado cómo las noticias sobre la incertidumbre económica pueden tener un impacto en las dinámicas de gasto de familias y empresas.

"Vivimos en una economía que puede tener varios puntos de equilibrio y pasar de uno a otro puede depender de las expectativas", explica Antonio Cabrales, profesor de economía en la Universidad Carlos III. "El Gobierno y el Banco de España están preocupados en que no se genere una recesión inducida por las expectativas: que todos nos convenzamos de que todo va mal. Por eso tienen tanto cuidado a la hora de utilizar la palabra recesión".

También existe un impacto a nivel político. "Hay estudios que han analizado que cuando la economía va mal es más fácil echar al partido que está en el poder. En la medida en la que pienses que la economía es en parte responsabilidad del Gobierno de turno, si va mal les castigas quitándoles el voto. No es nada irracional", argumenta Cabrales.

  • En mayo de 2023 se celebrarán elecciones autonómicas. Seguramente, los datos económicos disponibles en ese momento no serán del todo buenos.
  • A finales de 2023, cuando se espera la convocatoria de las generales, se pronostica una remontada de la actividad económica.

Pero a los economistas, a diferencia de los políticos, no les asusta tanto el posible escenario de recesión actual. ¿Por qué? Si finalmente se materializa, sería "la contracción más moderada en los últimos cuarenta años", argumentaba el jueves pasado Miguel Cardoso, economista jefe para España en BBVA Research. "Vemos recesión técnica pero acotada en tiempo y en intensidad", explica María Romero, directora de Economía en AFI.

Bache, estancamiento, recesión técnica

El periodo de posible crecimiento negativo parece que se concentrará entre finales de 2022 y principios de 2023. El reto está en cómo pasa Europa este primer invierno sin gas ruso. "Pensamos que el periodo de estancamiento será corto, con algún trimestre en negativo. A partir de la primavera veremos cómo la economía retoma el pulso. Hay argumentos para pensar que será un ligero bache", exponía Jorge Sicilia, director de BBVA Research. Todas las previsiones apuntan a un crecimiento positivo el año que viene. Hay diferencias entre unos y otros (el Gobierno ha basado sus cuentas con un avance del 2,1% del PIB y el Banco de España lo reduce al 1,4%, por ejemplo).

La desaceleración ya ha llegado. La confianza de los ciudadanos sobre el futuro económico ha caído por debajo de los niveles prepandemia. Esta variable es cada vez más compleja de manejar dado el nivel de incertidumbre sobre la inflación, la energía, la guerra en Ucrania... Es el principal canal de la desaceleración del PIB que se está detectando. El consumo es el motor de las economías avanzadas. Los datos de gasto con tarjeta en tiempo real en nuestro país "ya apuntan a un debilitamiento del gasto", dice una nota de Caixabank Research. "Todos nuestros indicadores de tarjetas muestran claramente una desaceleración", apunta el último informe de BBVA.

¿De qué cifras estamos hablando?

  • BBVA Research pronostica un crecimiento negativo del -0,3% para el último trimestre de 2022 y el primero de 2023.
  • Oxford Economics prevé la recesión técnica este mismo año con una caída del -0,2% para el tercer y cuarto trimestre.
  • En AFI de momento su modelo arroja una cifra negativa para el PIB del cuarto trimestre de 2022: -0,3%. La duda está en el siguiente, que podría quedarse por debajo de 0%.

Por seguir desmitificando algo el término: Estados Unidos está recesión técnica. ¿Cuántos lo sabían? Su PIB cayó unas décimas en el primer y segundo trimestre de este año mientras su nivel paro seguía en mínimos. "Me gusta más lo que hacen en otros países que determinan si hay recesión con un conjunto amplio de indicadores", opinaba Jorge Sicilia de BBVA Research.

Aunque los expertos le resten importancia a cifras aisladas de un mínimo crecimiento negativo, en la narrativa popular es más complejo. Dos trimestres de caídas = recesión técnica en el mundo de los economistas. Pero en el resto del planeta es simplemente recesión. "Técnica o no técnica es un matiz sutil que la gran mayoría de los españoles no va a poder distinguir", opina Cabrales.

"Todos vemos una desaceleración de la actividad", respondía Cardoso. "Después, puedes llamarla estancamiento o moderada recesión. Es una cuestión puntual".

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