Los países de la Unión Europea están planteando medidas surrealistas y sorprendentes para afrontar la crisis energética, cada día más agravada por la guerra de Ucrania. Algunas medidas son más de sentido común, pero otras han hecho que los propios dirigentes hayan tenido que comparecer en público para añadir matices. De ducharse juntos y menos a usar toallitas para asearse. Estas han sido las propuestas más llamativas:
Simonetta Sommaruga, ministra de Suiza, recomendó recientemente a la población ducharse en pareja para ahorrar energía. La sugerencia levantó ampollas, por lo que la mandataria tuvo que aclarar que el mensaje solo iba dirigido a los jóvenes, ya que para las personas mayores podría resultar incómodo. En Alemania no han ido tan lejos, pero algunos gobernadores, como el de Baden Württemberg, sí han pedido a los ciudadanos que procuren ducharse menos este invierno o, incluso, que utilicen toallitas para asearse.
También se ha hecho hincapié desde el Ejecutivo bávaro en el tiempo que pasamos en la ducha, un elemento muy cuestionado estos días en Centroeuropa. Austria, entre otros, ha puesto en marcha una campaña para que los ciudadanos no superen los cinco minutos bajo el agua -la media nacional- y lo hagan en cuatro. Pero no solo hablamos de higiene, en Países Bajos se pide prestar más atención al uso de los interruptores.
Francia también se preocupa por el ahorro energético. El Gobierno plantea reducir el número de trenes operativos y numerosos ayuntamientos piden el cierre de las piscinas públicas. En Lituania se estudia imponer el teletrabajo los lunes y los viernes, mientras que en algunos países nórdicos se sugiere un nuevo concepto como 'cocinar en el lavavajillas', una práctica que despierta polémica desde hace meses.
En cuanto a las medidas de ahorro en España, el Ejecutivo ahora mismo estudia las propuestas disponibles. Algunas regiones, como la Comunidad Valenciana, plantea reducir la instalación de luces de Navidad, mientras que el Principado de Asturias quiere que los edificios públicos cierren antes. El alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha animado numerosas veces a gastar menos en calefacción. Todo por hacer frente a una crisis que preocupa a todo el continente.