Era su momento y no ha defraudado, Von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea ha cargado contra las compañías energéticas: no esta bien beneficiarse de la guerra a costa de los consumidores. "En estos tiempos los beneficios deben compartirse con los que más lo necesitan".
Von der Leyen ha anunciado que se limitarán los beneficios de las compañías que producen electricidad barata como la nuclear o las renovables. Un límite que conseguiría un ahorro de 117.000 millones de euros. Además, habrá un impuesto de 25.000 millones para compañías de gas, petróleo y carbón. Europa también insiste en la necesidad de que los socios ahorren un diez por ciento de energía. De esa cantidad la mitad tendrá que ser en horas punta para contener el precio de la luz. La Comisión europea también planea restar dependencia con China en la extracción de minerales para la industria digital. Von der Leyen ha sentenciado: "Tenemos que estar seguros de que en el futuro la industria se haga en Europa" .
La Comisión Europea ha propuesto este miércoles que la tasa sobre los beneficios extraordinarios de las compañías de combustibles fósiles que propone para contener los precios se fije en al menos un 33%, además de pedir a los Estados miembros reducir su demanda eléctrica un 10% --y un 5% del consumo en horas punta-- y establecer un límite de 180 euros/MWh para el precio al que la tecnologías inframarginales --como las renovables o la nuclear--.
Los ministros de Energía de la UE discutirán a finales de mes que esta propuesta de la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, sea adoptada con rapidez, si bien ha apuntado durante un debate en el Parlamento Europeo que la "gran reforma" para "desligar el precio del gas del resto de energías llegará a finales de año".
"Los próximos inviernos, no este, serán difíciles", ha señalado el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, en rueda de prensa. Al tiempo, ha mostrado su convencimiento por que "estas medidas traerán progreso, igual que lo han hecho las anteriores" y ha recordado que las importaciones de gas ruso al mercado comunitario han descendido del 40% al 9%.
Así, la propuesta legislativa de la Comisión Europea contempla establecer una contribución de "solidaridad" a las empresas de combustibles fósiles, como petróleo, gas, carbón o el sector del refino, y que no se vean afectadas por el límite aplicado a las tecnologías inframarginales. La medida deberá empezar a aplicarse desde el arranque del próximo año.
Lo que plantea Bruselas es aplicar una "contribución" del 33% sobre los beneficios obtenidos a partir del ejercicio 2022 y que se sitúen un 20% por encima de la media de los tres últimos años fiscales o después de enero de 2019. Si el importe resultante fuera negativo, la tasa a aplicar sería cero.
Este impuesto solidario y temporal se aplicará adicionalmente, es decir, como añadido al resto de tributos de la legislación nacional de cada Estado miembros y los ingresos, recaudados por los países de la UE, se destinarán a los hogares más vulnerables, a las empresas más afectadas y las industrias electrointensivas.
"Los Estados miembros podrán utilizar los ingresos de la tasa de solidaridad de las compañías de petróleo y gas para impulsar la producción de fertilizantes en Europa", indicó la presidenta de la Comisión Europea en la Eurocámara. Estas medidas temporales afectan a "aquellos ingresos extra que las compañías están obteniendo", ha señalado la comisaria de Energía, Kadri Simson, que ha añadido que los precios de la electricidad se encuentran en "niveles insostenibles".
El vicepresidente de la Comisión Europea ha instado a establecer líneas de solidaridad entre países para aquellos que "no producen electricidad" y la "importan de otros países". "Esta medida será para el país en donde la energía se produce y no donde se consume", ha señalado Timmermans tras referirse a ejemplos como el de Malta, Chipre o Lituania.
Otra de las propuestas del Ejecutivo comunitario pasa por fijar una reducción "obligatoria" del 5% del consumo de la electricidad durante las horas de máximo consumo así como una reducción adicional mínima de un 10% de la demanda de electricidad hasta el finales de marzo de 2023. Con este mecanismo, Bruselas pretende atajar las horas con los precios de la electricidad más elevado, precisamente cuando las centrales de ciclo combinado de gas juegan un papel más relevante en la generación de electricidad e impactan en el precio de la misma.
Dependerá de los Estados miembros implementar las medidas necesarias para alcanzar tales objetivos, incluyendo compensaciones económicas. En todo caso, el objetivo de la Comisión Europea lograr un recorte del consumo de gas de 1.200 millones de metros cúbicos de gas durante el invierno.
Bruselas plantea establecer un límite temporal al precio al que las tecnologías inframarginales, como las renovables o la nuclear entre otras, pueden vender electricidad de 180 euros/MWh. Con ello se pretende atajar los beneficios extraordinarios que estas productoras de electricidad han obtenido dado el alto coste de la electricidad que han marcado las plantas de ciclo combinado de gas en el mercado mayorista de electricidad. Así, los Estados miembros recaudarán los beneficios que obtengan las productoras de tecnologías inframarginales que se sitúen por encima de este límite de 180/MWh, un importe que se destinará a cubrir la factura energética de los colectivos más vulnerables.
Con estas medidas, Bruselas prevé que los Estados miembros recaudarán 140.000 millones de euros, de los cuales aproximadamente 117.000 millones de euros anuales provendrán del límite temporal a los productores de electricidad inframarginales, mientras que la tasa de solidaridad a las empresas de combustibles fósiles aportará en torno a 25.000 millones de euros, según han detallado los servicios comunitarios.
Entre las medidas presentadas este miércoles no figura, sin embargo, el límite al precio del gas ruso prometido por Von der Leyen hace días ya que los Veintisiete no han llegado a un acuerdo sobre si extender ese techo a todas las compras de gas sin importar su origen, por lo que el Ejecutivo comunitario se ha dado más tiempo para evaluar las opciones posibles y su impacto.
Las medidas presentadas por el Ejecutivo comunitario son compatibles con las que ya ha puesto en marcha España para limitar el alza de los precios de la energía, como limitar el precio del gas en el sistema de formación de precios del mercado de la electricidad, la llamada excepción ibérica, según han confirmado fuentes del Ejecutivo comunitario.
"La excepción ibérica es posible porque los dos países no tienen suficiente interconexión con el resto del mercado energético europeo", ha explicado la comisaria de Energía, Kadri Simson, a los medios tras la presentación de la propuesta, que ha añadido que el mercado de la Península Ibérica tiene una mayor disponibilidad de gas con "muchas terminales de gas natural licuado". Sin embargo, Bruselas analizará si el impuesto del 1,2% sobre los ingresos del sector energético en la que trabaja España es compatible con la "contribución de solidaridad presentada por Bruselas".
La comisaria de Energía ha precisado que dados los problemas de liquidez del sector energético en algunos Estados miembros, la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, ha empezado a trabajar en una medida para solventar "los problemas de liquidez de los mercados energéticos de futuros".
Además, Bruselas trabaja en la creación de un índice de referencia para el gas natural licuado ya que el TTF holandés, "no está actualizado con la situación del mercado".
La batería de medidas de la Comisión Europea viene encauzada por los Veintisiete después de que el pasado viernes convinieran, qué medidas a poner en marcha. Eso también incluye el desarrollo de las energías renovables.
Este invierno va a ser muy duro, particularmente en el centro y norte de Europa. No sólo por su dependencia del gas ruso, sino porque allí, como saben, el frío es mucho más intenso. Si la pandemia atrajo a nuestro país a los llamados nómadas del teletrabajo, este invierno llegarán los nómadas del frío.