A pesar de la 'excepción ibérica', el precio de la luz sigue desorbitado, y con la vista puesta ya en la llegada del invierno, son muchos los consumidores que buscan cómo poder paliar los efectos de estas subidas. Una de las formas para hacerlo es no olvidarnos del consumo fantasma. Se trata del consumo que generan los electrodomésticos o cualquier aparato eléctrico estando apagado o 'en reposo'.
Estos dispositivos están siempre conectados a la corriente y esperando a ser usados, lo que hace que siempre estén consumiendo electricidad, aunque sea en pocas cantidades. Este modo de espera les permite encenderse mucho más rápido cuando los necesitamos o realizar toda clase de tareas en segundo plano, que requieren para su correcto funcionamiento.
Este modo en espera es muy habitual en televisores, aparatos de vídeo, decodificadores, routers o videoconsolas. Todos aquellos dispositivos que apagamos de manera remota y se quedan en modo 'standby', con una luz que nos indica que siguen encendidos en este modo de espera.
También producen consumo fantasma los ordenadores de sobremesa o portátil si los dejamos enchufados o, simplemente los cargadores de dispositivos si los dejamos conectados.
Una vez queda claro qué es el consumo fantasma, intentar reducirlo es una tarea bastante sencilla. En primer lugar se recomienda no utilizar el 'modo standby' en los dispositivos que lo permiten. Esto quiere decir, por ejemplo, que no apagues tu televisión con el mando a distancia sino que lo hagas desde el botón.
Tras cargar tus dispositivos, desconéctalos del enchufe, para que no sigan consumiendo cuando no lo estés utilizando. También puedes desenchufar las regletas siempre que no se estén usando.
Por último, en los electrodomésticos también puedes apagarlos por completo cuando hayas terminado, como es el caso de la lavadora o del microondas.
En ausencia del mecanismo de la 'excepción ibérica' para topar el precio del gas para la generación de electricidad, el precio de la electricidad en España sería de media unos 316,59 euros/MWh, lo que supone unos 95,57 euros/MWh más que con la compensación para los clientes de la tarifa regulada, que pagarán así un 30,19% menos de media.
El 'mecanismo ibérico', que entró en vigor el pasado 15 de junio, limita el precio del gas para la generación eléctrica a una media de 48,8 euros por MWh durante un periodo de doce meses, cubriendo así el próximo invierno, periodo en el que los precios de la energía son más caros.
En concreto, la 'excepción ibérica' fija una senda para el gas natural para generación de electricidad de un precio de 40 euros/MWh en los seis meses iniciales, y posteriormente, un incremento mensual de cinco euros/MWh hasta la finalización de la medida.
El Gobierno estima que la 'excepción ibérica' ha supuesto un ahorro de más de 2.000 millones de euros para los consumidores españoles desde su entrada en vigor hasta finales de este mes de agosto.