El nuevo plan de ahorro energético decretado por el Gobierno establece que el aire acondicionado en los comercios no podrá estar a menos de 27ºC durante estos meses de verano y altas temperaturas. Una medida que varía según el tipo de negocio y que ha despertado polémica entre las distintas comunidades autónomas. Habrá un máximo y un mínimo de temperatura fijo hasta el 1 de noviembre de 2023.
Mientras que la mínima en verano es de 27ºC, como decimos, en invierno la máxima será de 19ºC. La medida se aplica en edificios públicos, centros comerciales, tiendas, cines o estaciones de transporte -de tren, puertos o aeropuertos-, exceptuando el interior de los propios transportes. No obstante, habrá excepciones, siempre que haya razones justificadas, para acomodar el criterio a una orientación más flexible. Los derechos de salud de los trabajadores se deben respetar, por lo que se exige una temperatura necesaria.
Cabe destacar que también quedan excluidos de esta medida los centros de formación -colegios, universidades o guarderías-, además de centros sanitarios -hospitales o ambulatorios-, gimnasios, peluquerías, lavanderías, hoteles -solo quedan excluidas las habitaciones, con regulación privada- o, como mencionábamos, medios de transporte, ya sean trenes, aviones o barcos.
Ante estas máximas y mínimas establecidas, los ciudadanos se preguntan a qué temperatura estaban los comercios antes de la entrada en vigor del decreto. La prueba se encuentra en los establecimientos, que observan detalles en el transcurso cotidiano. Por ejemplo, en algunas tiendas -al haber 27ºC- puede parecer que haga más calor que en los días anteriores. Los probadores registran menos clientes, que evitan posibles sofocos.
Los clientes, por lo general, se dividen entre los que creen que hace más calor en los locales y quienes llevaban mal el frío del aire acondicionado -o lo consideran excesivo-, que ven óptima la medida. Los bares y restaurantes pueden regular la temperatura a 25ºC, pero algunos muestran rebeldía al verlo insuficiente. "Lo tenemos en 20ºC, luego lo subiremos un poco", señalaba este miércoles la empleada de un local. La mayoría de negocios intentará cumplir la norma.
En el caso de que los comercios y lugares implicados -como edificios públicos o estaciones de tren y aeropuertos- no cumplan con la medida del plan de ahorro energético, la cuantía de las sanciones puede entre los 60.000 y 100 millones de euros, según indica la normativa. Desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo aseguran que estas multas que se aplicarán serán recogidas en el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE), en los artículos 30 a 38 de la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria.