España necesita cada año 36 millones de toneladas de cereales para atender nuestras necesidades de consumo (humano y animal), pero el encarecimiento de los precios, la guerra de Ucrania, la climatología y las plagas pueden impedir que alcancemos estas cifras. Los agricultores no prevén problemas de abastecimiento pero sí un largo periodo de precios al alza.
Los datos aportados por la Asociación de Agricultores Jóvenes, (ASAJA) presentan un panorama inmediato muy preocupante ya que la cosecha de cereales de invierno de este año sufrirá una reducción del 21 % es decir, 4,1 millones de toneladas menos respecto a los datos oficiales del pasado año.
Los expertos de esta asociación estiman que las altas temperaturas y la ausencia de lluvias en mayo han dado al traste con unas expectativas de cosecha que se consideraban muy buenas. A excepción de la zona sur, los recortes de producción más significativos afectan al resto de zonas productoras y en líneas generales se puede hablar de una campaña de producción medio-baja, según las zonas.
Pero no son los únicos que mandan señales de alerta, la organización agraria Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos avisa de que las altas temperaturas que se han dado a mediados y finales de mayo van a provocar la pérdida del 20 % en la cosecha de cereales en lo que califican como una campaña de cereales de "muy negativa".
Unión de Uniones ha destacado que el mal resultado de la campaña de cereales se agrava por unos costes de producción que no paran de subir. El incremento respecto al pasado año es considerable llegando a ser en gasoil de un 215 %, en la electricidad de un 77 % y en los fertilizantes y fitosanitarios más de 30 %, no siendo compensado por la baja cosecha con independencia de que el precio en el mercado está al alza por la guerra en Ucrania.
Los datos elaborados por la Unión Europea coinciden con los aportados por los agricultores. Según servicio de monitorización de cultivos de la Unión Europea, MARS las previsiones para la cosecha de trigo en España será un 19 % más baja que el año pasado, situándose un 5 % por debajo a la media de los últimos 5 años (-7,3%).
Para Ignacio López García-Asenjo, director Asuntos Regulatorios y Relaciones Internacionales de ASAJA, el problema al que nos enfrentamos en España "no es de abastecimiento sino de encarecimiento".
Aclara este experto que en nuestro país "el problema lo tenemos fundamentalmente en cereales y proteínas vegetales para alimentación animal es decir, piensos para el ganado y las granjas avícolas", aunque reconoce que a escala internacional, hay zonas de África, Oriente Medio y Asía que van a tener problemas de hambruna por la falta de abastecimiento de cereales para el consumo humano.
En el origen de esta crisis no solo está la guerra de Ucrania y el hecho de que los dos protagonistas sean el granero del mundo. La falta de lluvias, el cambio climático o los problemas climatológicos y de plagas y enfermedades están detrás de esta de la escasez mundial de cereales.
En los últimos meses, la Unión Europea ha intentado buscar soluciones para aumentar la producción comunitaria. Para ello ha abierto la mano para que los agricultores puedan usar los terrenos en barbecho a los que obliga la política de buenas condiciones agrarias para sembrar cereales destinados a consumo animal, pero los plazos y la falta de condiciones por la falta de lluvias ha frustrado en muchos casos esta vía para paliar la falta de materias primas para los piensos animales.
Según López García-Asenjo, "había en perspectiva lograr cultivar algo más de 6000.000 hectáreas de barbecho, pero creo al final no alcanzaremos ni de lejos esta cifra". Y eso se explicaría "porque los costes de producción están tan altos qué no sale a cuenta obtener rendimientos. También hay que tener en cuenta que estamos hablando de cosechas que estarían en otoño cuando el problema de abastecimiento lo tenemos en este momento".
A pesar de estos malos datos, el representante de Asaja asegura que España no sufrirá problema de abastecimiento de cereales para el consumo humano aunque sí lo tiene para el animal. Tampoco ve un problema con "las frutas y verduras" de los que somos un país netamente exportador.