El gobierno insiste en que no hay indicios de que el suministro de gas se vaya a ver afectado. Tampoco sería facil para Argel cortar el grifo por las sanciones a las que se enfrentaría. Aun así, este cierre comercial de Argelia ha hecho que otros sectores económicos de nuestro país tiemblen.
Los precios del gas que compramos a Argelia llevan renegociándose desde noviembre pasado y la tensión de los últimos días añade incertidumbre. "Es más fácil hacer un negocio con un amigo que con alguien que no lo es", señala Juan Andrés Diéz, director del sector energético.
La preocupación es alta entre los fabricantes de esmalte para cerámica. Argelia es su segundo destino exportador con unas cifras cercanas a los 90 millones de euros. Una incertidumbre para las empresas que llega no solo por las posibles futuras ventas frustradas si no también por las que ya se han hecho y por saber "si vamos a ser capaces de cobrarlas", indica el secretario general de ANFFECC, Manuel Breva.
Otro ejemplo, en la Comunidad Valenciana, una empresa de ingeniería contiene el aliento por la crisis. No saben si podrán enviar un pedido por valor de 200.000 euros que tenía como destino Argelia. "Nos acaban de cancelar pedidos que teníamos cursados y pendientes de enviar ahora en junio", lamenta un empresario.
Afectados también los pasajeros que utilizan el ferry Alicante-Orán, porque "no hay billetes", ni para pasajeros ni para coches. Parte de los envíos de mercancías a Argelia también se encuentran paralizados.