Los incidentes ocurridos en el derbi del domingo, en el que se enfrentaron Atlético de Madrid y Real Madrid, continúan generando polémica e indignación a la espera de la decisión del Comité de Disciplina sobre las posibles sanciones que puedan imponerse. El lanzamiento de objetos desde la grada sur del conjunto colchonero hacia el portero madridista, Thibaut Courtois, –que obligó a la suspensión del partido durante 17 minutos–, ha vuelto a poner en el foco el debate de la violencia en el fútbol, como informa en el vídeo David Jiménez.
Mientras el Atlético de Madrid ya ha expulsado “de forma permanente” a uno de los aficionados que lanzó objetos al campo, el club asegura que hará lo mismo con el resto de los implicados, poniendo a disposición de la Policía las imágenes de las cámaras de seguridad del estadio.
Ese trabajo, de localización e identificación, no será sencillo. Entre otras razones porque tal y como captaron las cámaras de televisión, varios aficionados cubrían su rostro con pasamontañas en esa grada, donde se congregaban miembros del Frente Atlético. Varios de ellos llevaban simbología nazi y, concretamente, el primer identificado tras los hechos acontecidos llevaba consigo una navaja.
Ante lo visto durante el partido, Antiviolencia califica de hechos muy graves lo ocurrido en el Cívitas Metropolitano y anuncia sanciones. El Comité de Competición podría cerrar el estadio, de forma total o parcial, aunque será este miércoles cuando se conozca la decisión y las posibles sanciones, una vez finalice la reunión del Comité de Disciplina.
A ese respecto, las voces que claman por una respuesta contundente y ejemplarizante se multiplican.
"La Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte reitera su más absoluto rechazo ante conductas violentas que perjudican la imagen del fútbol español. Es inaceptable cualquier tipo de comportamiento que suponga un grave riesgo para la seguridad de los asistentes a un espectáculo deportivo", señalaba un comunicado del organismo tras reunirse con el Consejo Superior de Deportes (CSD).
"Se están llevando a cabo las tareas de análisis de las imágenes disponibles para depurar las responsabilidades que se deriven de estas conductas para proponer las correspondientes sanciones. Este tipo de actos conllevan sanciones severas, entre las que se incluye la prohibición de acceso a los recintos deportivos y multas económicas", han advertido.
De igual modo, el propio presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, subrayaba que “hay que erradicar la conducta de estas minorías por la vía de la educación y la sanción”.
"Habrá medidas en cuanto se tengan los datos y las evidencias, y para eso se ha pedido colaboración al club. Habrá seguro sanciones", confirmaba ayer.
También la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, lo ratificaba: "Lo que ocurrió ayer en un campo de fútbol de nuestro país es intolerable. Es la antítesis de los valores deportivos. Habrá sanciones para los autores", expresaba a través de la red social ‘X’, antes ‘Twitter’.
Los mecheros y la botella de agua lanzadas hacia Thibaut Courtois poco después de la celebración madridista por el gol de Éder Militao que les adelantaba en el marcador en el minuto 65, terminaron por protagonizar tristemente un derbi que fue suspendido temporalmente en el minuto 67. El colegiado del encuentro, el mallorquín Mateo Busquets Ferrer, tuvo que aplicar el protocolo de lanzamiento de objetos y mandó a los jugadores al vestuario mientras desde la megafonía pedían calma a los aficionados.
Al mismo tiempo, tanto el responsable de seguridad del Atlético de Madrid como el técnico del conjunto colchonero, el ‘Cholo’ Simeone, así como el capitán Koke Resurrección, trataron de dialogar pidiendo que no lanzasen nada al campo.
17 minutos después, según consta en el acta arbitral, el partido se reanudó y pudo finalizar – con un tanto postrero de Ángel Correa.
Con el derbi terminado, no obstante, la atención no la ha acaparado el juego, sino esos incidentes acontecidos que han llevado a referirse al partido con palabras como ‘bochorno’, ‘vergüenza’ o ‘estupor’, entre otras del mismo tipo.
Las imágenes, que han robado el protagonismo al deporte, vuelven a exponer un problema que va más allá del fútbol. En el estadio, los ultras encuentran un escenario propicio: “Saben que ahí pueden acabar actuando cuando encuentran una ventana de oportunidad de forma violenta”, explican los expertos.
No es algo nuevo y no se reduce al Cívitas Metropolitano o el Atlético de Madrid. Los grupos radicales en el fútbol se extienden por distintas regiones y cuentan incluso con estructuras bien organizadas.
Según recoge Infobae citando las cifras de policías expertos en violencia contra el deporte, son unos 9.000 los miembros de los grupos clasificados como radicales por la Comisión Antiviolencia, mientras en las últimas dos temporadas se han efectuado hasta 305 detenciones por incidentes similares a los del derbi.
En este escenario, en la memoria continúan sucesos como el asesinato de Jimmy. En 2014 una pelea multitudinaria entre hinchas radicales del Atlético y del Deportivo de la Coruña acabó con su muerte. Desde ese momento, los ultras adoptaron un perfil más bajo y los clubs comenzaron a sacarlos de sus estadios, algo que ya habían hecho Real Madrid y Barcelona expulsando a Ultras Sur y Boixos Nois. No fue así con el Frente Atléntico y, hoy en día, los expertos alertan que “ha habido un auge de partidos de nueva extrema derecha en todos los países del mundo y esto ha repercutido también en el mundo”.
En ese sentido, si bien la vigilancia es ahora mayor y también las detenciones y las repercusiones por sus actos, alertan del auge de estos grupos y piden a los clubes medidas contundentes para eliminarlos definitivamente de las gradas.
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