Las posibilidades tecnológicas son casi infinitas a la hora de estar pendientes de cada uno de nuestros movimientos o gestos para evitar contagiarnos. Este un un resumen de los inventos desarrollados durante estos meses de pandemia. Algunos son muy sofisticados pero otros, no lo son tanto.
Desde las rudimentarias separaciones improvisadas con cartón en la oficina, a las mamparas cada vez más frecuentes en comedores y restaurantes. En Israel han inventado incluso esta mascarilla adaptada para comer. Con el codo, además de chocarlo, podemos también ya abrir una cámara del supermercado en Helsinki. Y con el pie, llamar al ascensor en Bangkok.
Son inventos para hacernos la vida más fácil ahora que ese virus tan dañino parece que está por todas partes.. Nos lo recuerdan un perro robot en Singapur, que advierte a los transeúntes de la necesidad de mantener la distancia social. Con más apariencia de humano es el robot 'barman', capaz de picar hielo y servir un cóctel.
Los inventos no solo se han creado para facilitar nuestro día a día. También hay algunos que están especialmente destinados a aquellos pacientes que pueden estar contagiados o ser sospechosos de padecer la enfermedad. Para ellos han ideado el robot enfermero, el robot dentista y el desinfectador.
También existe el robot decano y estudiante porque en Japón, puedes quedarte en casa y recibir tu propio diploma por haberte graduado. Es el último grito en graduaciones. Y aquí volvemos al punto de partida, lo rudimentario. Está bien echarle imaginación en estos tiempos y reutilizar objetos.