Pasó dos días emparedada accidentalmente en la pared de una casa de en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), pero la gata Gina fue finalmente rescatada sana y salva tras la persistencia de sus dueños, que no cejaron en su empeño por recuperarla tras su súbita desaparición.
Todo empezó cuando Sunnel y Gerrit Moss llamaron a los fontaneros para reparar una tubería que goteaba. Los trabajadores tuvieron que abrir un agujero en la pared, que fue sellado una vez finalizadas las obras. Gina, una gata adoptada, de un año y medio, desapareció el mismo día en el que los fontaneros terminaron su trabajo y se marcharon del hogar.
Desesperados y sin saber del paradero de Gina, el matrimonio acudió a grupos de búsqueda de animales desaparecidos en Facebook, pero no recibieron respuesta. "Mi corazón estaba roto. Lloraba, no podía dormir y perdimos la esperanza", señaló Sunnel.
Después de dos días, en lo que la pareja consideró como el último esfuerzo para encontrar a su mascota, apagaron todas las fuentes de sonido de la casa y empezaron a decir en voz alta el nombre de la gata. Para su sorpresa, el esposo escuchó sonidos extraños en el baño, en el lugar en donde habían hecho las reparaciones. Armado con un martillo, reabrió la pared.
"Sacó uno de los ladrillos y no lo creerías, allí estaba ella, sentada en una grieta mirándonos con esos ojos asombrados", indicó la esposa. Afortunadamente Gina se encontraba en perfecto estado, empezó a ronronear cuando la levantaron y enseguida volvió a jugar con el otro gato de la familia.