Una pareja de Georgia se encontró con una escena pesadillesca debajo de su cama justo cuando estaban a punto de irse a dormir. Trish Wilcher, le contó a WJBF-TV que ella y su marido se disponían a acostarse cuando vio lo que parecía una pelusa en el piso. Pero cuando se agachó se dio cuenta de que no era una pelusa y que además se movía. Un segundo después vio que se movía algo más y rápidamente se volvió hacia su marido: "¡Tenemos serpientes!".
Efectivamente, la pareja descubrió una serpiente con 17 crías recién nacidas debajo de su cama. A pesar del desconcierto y el pánico inicial, en lugar de matar a las criaturas el marido las cogió con cuidado del suelo, las metió en una bolsa y las trasladó a un arroyo cercano. Max Wilcher usó una herramienta de agarre para colocar pacientemente cada una de las serpientes en una bolsa de lino.
“Las llevó al área del arroyo y las liberó allí”, dijo Trish Wilcher. Además de encontrar un lugar para poner sus huevos, hay otra razón por la que las serpientes pueden querer compartir espacios humanos. Camilla Sherman, educadora ambiental del Centro Phinizy de Ciencias del Agua, dijo que las serpientes a veces se mudan a las casas para cazar roedores. “Si tienes un problema con el ratón, las serpientes vendrán y tratarán de ayudarte con eso”, dijo Sherman.
Wilcher cree que las serpientes entraron a su casa porque se despejó un terreno cercano. Según el Departamento de Recursos Naturales de Georgia, en el estado hay 46 especies de serpientes y solo seis son peligrosas.