Una mujer de Wisconsin (EEUU) llamada Sierra Strangfeld se emocionó cuando ella y su esposo, Lee, supieron que estaba embarazada del segundo hijo de la pareja. No había podido amamantar a su hija, Porter, de 18 meses, porque la niña nació con un nudo en la lengua, una condición común que dificulta el movimiento de la misma.
Strangfeld contaba con 20 semanas de embarazo cuando su hijo fue diagnosticado con trisomía 18, también conocida como síndrome de Edward. Se trata de una condición cromosómica que causa deformidades de partes del cuerpo y órganos, y la mayoría sobrevive menos de 24 horas después de nacer. El 5 de septiembre, le dijeron a Strangfeld que su hijo probablemente moriría en el útero, por lo que se sometió a una cesárea de emergencia. Samuel Lee nació ese mismo día pero apenas sobrevivió tres horas.
Tanto en España como en Estados Unidos, la patología de su pequeño se da en uno de cada 2.500 embarazos y en uno de cada 6.000 nacimientos. Después de conocer el destino de su hijo, Sierra decidió que donaría su leche materna, de manera que, aunque no pudiera hacer nada por su bebé, sí podría salvar la vida de otros. Estuvo sacándose leche durante 63 días, consiguiendo casi 15 litros para el banco de leche local.
"Aunque había veces en las que estaba enfada y cansada, tanto física como mentalmente, porque es muy difícil hacerlo cuando no está tu bebé. Lo hice por él, en su memoria", explicó en un mensaje en Facebook publicado el pasado 13 de noviembre.
El mensaje de esta madre ha tenido una gran acogida en la red social con más de 1.800 comentarios. Strangfeld ha querido agradecer tanto cariño: "Muchas gracias a todos por sus amables y alentadoras palabras. ¡Nunca esperé que esto se volviera viral de esta manera!".