Wright sabe que "muchos no estarán de acuerdo" con su afirmación pero para quienes no la entienden que, "tres semanas después de dejar de amamantar a mi hijo de cuatro meses, soy una persona completamente diferente. Soy mejor mamá y mejor esposa. Tengo más energía".
"En algunos momentos extraño un poco al pequeño, cuando no está cerca de mí" pero "tengo más tiempo para mi otro hijo. Soy más cariñosa con mi esposo. No temo salir en público. Disfruto de mi ropa nueva porque no estoy goteando por todas partes ni tengo que usar incómodos corpiños para amamantar", ha argumentado en Instagram.
"Soy capaz de salir de la casa sin ansiedad. Puedo ir al gimnasio otra vez", insiste.
Además, Maddi Wright ha explicado qué la motivó a hacer esta publicación: "Es importante para las madres saber que tienen opciones" porque "una mamá también debe ser feliz".