Felix Klieser nació sin brazos hace 31 años, pero desde que descubrió la trompa a los 4 no ha dejado de superarse hasta convertirse en uno de los intérpretes más virtuoso de este instrumento de viento.
No es la primera vez que Klieser toca en nuestro país, aunque cada vez que lo hace conmueve a todos los que le escuchan y ven su maestría con un instrumento tan complicado como la trompa y al que la falta de brazos no impide sacar las mejores notas en cada concierto.
Klieser asegura que "cuando quieres hacer algo en la vida, es habitual encontrarse con dificultades así que toca superarlas". Por eso afirma que accionar las válvulas de su trompa con los dedos de su pie izquierdo "no es algo tan difícil, ni diferente. Se trata de practicar como cualquier músico o deportista".
En su trayectoria musical no faltan los premios o los reconocimientos. En 2014, Felix Klieser fue galardonado con el premio ECHO Classic en la categoría de mejor artista joven y publicó un libro autobiográfico sobre su fascinante historia de vida. En 2016 recibió el prestigioso premio Leonard Bernstein del Festival de Música de Schleswig-Holstein.
Entre sus planes más inmediatos está su actuación en nuestro país el 8 de abril en la Semana de Música Religiosa de Cuenca.