España puede presumir de una red de carreteras que une no solo kilómetros, sino también personas, economías y territorios. Contamos con una de las redes viarias más extensas y diversas de Europa. Esta incluye autovías, autopistas y carreteras convencionales administradas por las comunidades autónomas, las diputaciones y los cabildos. ¿Conoces las más peligrosas?
A finales de 2023, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana cifró en 165.375 kilómetros la longitud total de la red viaria española. De este total, aproximadamente 71.000 kilómetros están gestionados por las comunidades autónomas y 67.000 corresponden a las diputaciones provinciales.
Pero ¿cómo se reparte la red por regiones? ¿Qué provincias tienen más carreteras en el conjunto del Estado?
Si ampliamos la perspectiva a nivel autonómico, Castilla y León ocupa el primer lugar con más de 33.000 kilómetros de carreteras. De esta cifra, cerca de 5.700 kilómetros son de titularidad estatal, más de 11.300 están gestionados por la Junta de Castilla y León, y alrededor de 16.000 pertenecen a las diputaciones provinciales.
Andalucía ocupa el segundo lugar en cuanto a la longitud de su red de carreteras, con aproximadamente 23.500 kilómetros. La comunidad más poblada de España cuenta con una infraestructura viaria que conecta sus ocho provincias y es crucial para sectores como el turismo y la agricultura, permitiendo el transporte eficiente de personas y mercancías.
A partir de aquí, seguirían Castilla La Mancha (19600 kilómetros), Galicia, con 17.700 y Cataluña, con cerca de 12.000 kilómetros de carreteras. En último lugar estaría Aragón, con 11.700 kilómetros.
En el ámbito provincial, Lugo encabeza el listado con la mayor extensión de carreteras en nuestro país y alcanza los 6.470 kilómetros. Le siguen de cerca León, con 6.030; Burgos, que registra 5.081; y Asturias, con 5.043.
Provincias como Córdoba, Huesca, Zaragoza, Albacete, Ciudad Real, Salamanca, Badajoz, Cáceres y A Coruña también destacan por superar los 4.000 kilómetros de carreteras.
En contraste, las comunidades con menor longitud de carreteras son las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, con apenas 41 y 27 kilómetros, respectivamente. La Rioja, Canarias y Cantabria también se encuentran en el rango más bajo, con 1.878, 2.131 y 2.562 kilómetros cada una.
La red no es perfecta, por supuesto. Representa apenas el 16% del total, soporta el 52,5% del tráfico nacional y casi dos tercios del tráfico de vehículos pesados, según datos del Ministerio. Mantener y modernizar su infraestructura supone un reto considerable. Muchas carreteras necesitan reformas urgentes, y la adaptación a nuevas tecnologías, como los vehículos eléctricos o sistemas de gestión inteligente del tráfico, es ya una prioridad.
Todavía quedan territorios mal conectados donde es necesario modernizar las infraestructuras. Un ejemplo paradigmático es el de la Autovía del Duero. Debería unir Soria y Valladolid, pero aún no está terminada y opera con tramos intermitentes. Una situación similar sucede con la conexión entre Valladolid y León, donde solo existen tramos de autovía en las inmediaciones de ambas capitales provinciales. Los expertos lo tienen claro: si se quiere garantizar la cohesión territorial, es necesario terminar estas obras pendientes cuanto antes.