Los colores de coche que ayudan a ahorrar combustible

Cuando se trata de ahorrar combustible, la elección del color del coche puede parecer un aspecto de lo más irrelevante, pero existen diversos estudios que han demostrado que el color de la carrocería tiene un impacto directo en el consumo energético, especialmente relacionado con el uso del aire acondicionado y la eficiencia térmica del vehículo.

El impacto de los colores claros y oscuros en el consumo de combustible

Los coches de colores claros, como el blanco, plateado y gris, reflejan más la luz solar en comparación con los colores oscuros como el negro, azul oscuro o rojo. Esta capacidad para reflejar la luz solar tiene un efecto positivo en la temperatura del habitáculo del coche. Los estudios, como el del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y el proyecto "Cool Cars" en California, han demostrado que los coches de colores claros mantienen una temperatura interna más baja, lo que reduce la necesidad de usar el aire acondicionado.

En condiciones de alta exposición al sol, los coches oscuros tienden a calentarse más rápido, alcanzando temperaturas en el interior del habitáculo que pueden ser varios grados centígrados más altas que las de aquellos vehículos de colores claros. Esto significa que el aire acondicionado tendrá que trabajar más intensamente y durante más tiempo para enfriar el coche, lo que a su vez incrementa el consumo de combustible. Se estima que el uso de aire acondicionado en estos casos puede aumentar el consumo de combustible en un 10% a 15%.

Pruebas de eficiencia térmica

Las pruebas realizadas por los investigadores del Laboratorio Lawrence Berkeley incluyeron dos coches tipo familiar idénticos, pero uno siendo de color negro y otro plateado. Ambos se dejaron en las mismas condiciones de sol durante una hora. Los resultados mostraron que el coche plateado mantenía una temperatura del techo significativamente más baja (hasta 25 grados menos) que el coche negro, y la diferencia en el aire del habitáculo era de aproximadamente 5 a 6 grados centígrados. Esto implica que el esfuerzo del sistema de climatización para enfriar el coche plateado fue un 13% menor, lo que redujo el consumo de energía y, por tanto, de combustible.

Por tanto, parece claro que elegir un coche de color claro no solo tiene beneficios estéticos, sino que también puede contribuir a mejorar la eficiencia energética del vehículo, especialmente en aquellas regiones con climas cálidos o soleados. Los colores como el blanco o plateado reflejan hasta un 60% más de luz solar, lo que ayuda a mantener el interior del coche más fresco, traduciéndose este hecho en un menor uso del aire acondicionado y, por lo tanto, en menor consumo de combustible.

Aunque a priori el color puede no parecer un factor determinante, a lo largo de la vida útil del vehículo, el ahorro en combustible debido al menor uso de la climatización y el aire acondicionado puede resultar significativo. Además, los coches de colores claros pueden contribuir a una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero, al disminuir el consumo de energía necesaria para enfriar el vehículo.