En la cultura occidental, ducharse una vez al día es un hábito normal. Las idas y venidas al trabajo, las tareas domésticas, el deporte o, simplemente, la actividad del día a día, nos hacen pensar que es necesario pasar por debajo del agua para quitarnos la suciedad de la piel acumulada durante cada jornada. Sin embargo, un estudio de la prestigiosa universidad de Harvard (EEUU) ha determinado que ducharse (o darse un baño) una vez al día no es lo más aconsejable.
Según los científicos, lo ideal y más saludable es darse un máximo de 4 duchas a la semana, desafiando así la creencia popular de que hay que hacerlo todos los días. Su conclusión es que ducharse demasiado- un acto que incluye la utilización de geles y champús al gusto de cada individuo - puede provocar daños en nuestra piel como, por ejemplo, "picores, infecciones o reacciones alérgicas", al verse alterado su PH neutro.
Una piel sana mantiene una capa de grasa y un equilibrio de bacterias “buenas” y otros microorganismos. Sin embargo, lavar y restregar los elimina, especialmente si es con agua caliente. Esto trae como resultado lo siguiente:
Por todo ello, y sin alejarse de la necesidad de mantener una higiene semanal adecuada, 4 duchas en 7 días es el ratio más adecuado. La Organización Mundial de la Salud recomienda, además, que las mismas no sean superiores a los cinco minutos de agua (o los 95 litros de consumo medio), para hacer de ella un uso sostenible.
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