Existen algunos trucos que nos ayudan a lucir bronceado, incluso cuando no nos ha dado tiempo de ponernos al sol ni siquiera unos minutos. Es muy frecuente utilizar trucos caseros como el té negro o el café, para que en ocasiones puntuales nuestra piel no luzca tan pálida, tampoco es raro emplear autobronceadores, logrando así un tono moreno sin haber estado tomando el sol.
Consejos, tips y trucos que muchas personas no dudan poner en práctica esperando que los resultados sean satisfactorios, ya sea porque su piel no se broncea con rapidez y quieren lucir morenos para un look o un momento concreto o porque son incapaces de aguantar otro verano con la gente comentando lo poco morenos que se ven.
Muchos de estos trucos tienen como protagonistas a las zanahorias, un alimento rico en betacarotenos y del que siempre se ha escuchado que puede ayudar a que nos pongamos morenos más rápidamente, pero ¿qué hay de cierto en esta afirmación? ¿Podemos broncearnos más rápidos si comemos zanahorias o se trata de un mito?
Con la exposición solar, la piel activa la producción de melanina, que es la responsable tanto del color de la piel, como de protegerla de los efectos nocivos del sol. La cantidad y la calidad de la melanina que somos capaces de producir es lo que marca si nos ponemos morenos o tenemos más tendencia a quemarnos con los rayos del sol.
Cuanto más clara es la piel de una persona, más fácilmente se quemará bajo los rayos solares, porque su capacidad de producir melanina es menor o la melanina que produce no es capaz de proteger su piel de la manera que necesitaría. El moreno es la forma en la que la piel se protege de la agresión del sol, algo que sucede incluso cuando usamos protectores solares, que lo que hacen es impedir las quemaduras, no el bronceado, aunque este sea más lento.
Se suele decir que los betacarotenos de las zanahorias, y de otros alimentos de color naranja, aumentan la producción de melanina. Esto es algo que se ha desmentido en numerosas ocasiones, también quien tiene un altavoz público, como Boticaria García, quien aseguraba que esto no era cierto: “ni la zanahoria ni ningún otro alimento estimula la producción de melanina”.
Lo que sí podemos conseguir si comemos zanahorias en exceso es volver naranjas algunas partes del cuerpo, como las palmas de las manos y las plantas de los pies. Algo que no es grave, pero que puede tardar varias semanas en desaparecer siempre y cuando reduzcamos la cantidad de alimentos ricos en betacarotenos de nuestra dieta.
Comer zanahorias, asegura la experta, "te tiñe por dentro, pero no te pones más moreno". Eso sí, parece que no todo es mentira, pues comer zanahorias puede ayudarnos a evitar los daños del sol en la piel (siempre como complemento de una adecuada protección solar, que deberíamos usar tanto en verano como en invierno) gracias a sus antioxidantes, que protegen la piel de daños.