El abandono de perros es una realidad aplastante en España. Si bien, en el último informe de la Fundación Affinity sobre las cifras de perros y gatos abandonados anualmente, los datos se mantienen similares a los del año anterior, ello no quiere decir que un total de 286.000 mascotas dejadas a su suerte en 2023 no sea un un ratio escandaloso. La lacra del maltrato animal no es, sin embargo, un problema exclusivo de nuestro país. Internacionalmente, muchas naciones luchan contra el abandono indiscriminado, sobre todo, de perros que acaban malviviendo en la calle.
Uno de estos estados es Kosovo, cuna histórica del pueblo serbio, cuya capital ha tomado una constructiva decisión sobre los canes callejeros. Para fomentar la adopción de los mismos y no quedarse meramente en la apelación a los buenos sentimientos de la ciudadanía, el ayuntamiento de Pristina ha anunciado de forma oficial que pagará 50 euros al mes a todo habitante que adopte y cuide a uno de tantos perros sin hogar que se encuentran en las protectoras.
"El plan seguirá a diario hasta que eliminemos de nuestras calles y los espacios públicos el mayor número posible de perros callejeros", declaró el alcalde de Pristina, Perparim Rama, citado por el portal kosovar Express, cuya intención es abordar este problema "con métodos humanos". El objetivo es aliviar la carga económica de las protectoras de animales locales, saturadas de mascotas abandonadas, tanto a nivel veterinario, como de cuidados e higiene.
La subvención de 50 euros mensuales se mantendrá mientras la nueva familia del perro siga manteniendo al animal, y ese dinero, si bien no cubre todas las necesidades médicas de un perro, sí que será fundamental para su alimentación y cuidado doméstico. Esta decisión del alcalde, Perparim Rama, está dentro de su programa gubernamental, 'Ningún perro sin hogar' y está a años luz de la gestión de esta problemática de otros países, como Turquía, cuyo gobierno busca crear una ley parlamentaria que les permita sacrificar con amparo a los cuatro millones de perros callejeros que se encuentran en situación de abandono.