La Fundación ONCE está en plena campaña para encontrar familias madrileñas que se encarguen de educar a 50 cachorros de can que más tarde se convertirán en perros guía.
Las familias educadoras compartirán durante más de un año convivencia con estos perros, que deben convertirse en uno más de su familia, para lograr que tengan un “comportamiento social exquisito”. En este sentido, deberán enseñarles todas las nociones de obediencia básica, como “aprender a hacer sus necesidades en el césped y no en una acera, comer cuando sea el momento, así como a no tener miedo a nada”, afirma Mario De Ventin, coordinador en la Fundación ONCE Perro Guía.
Todos los gastos del cachorro corren a cargo la Fundación, entre ellos, todas las vacunas necesarias, las visitas al veterinario y el pienso del que se alimentan, que la propia entidad se ocupa de trasladar a las casas educadoras, junto a otros materiales básicos como el arnés, colchoneta o correa, así como algún juguete.
Por este motivo, y dado que la sede Fundación ONCE está en Boadilla del Monte, uno de los requisitos para convertirse en familia educadora es la residencia en la Comunidad de Madrid, para facilitar los traslados.
También tienen que comprometerse no dejar solo al animal más de dos horas al día solo, manteniéndolo siempre en compañía de algún miembro de la familia, y contar con un medio de transporte para los traslados a las instalaciones de la Fundación.
Cuando el perro cumple meses deberá iniciar el adiestramiento para convertirse en la guía de quienes no pueden ver.
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