Un curioso suceso tuvo lugar esta semana en la localidad argentina de Tolhuin, en la provincia de Tierra del Fuego (sur del país). Una familia decidió hacer un asado al horno el pasado miércoles por la noche. Sin embargo, lo que iba a ser un buen rato en familia se vio interrumpido de golpe.
El motivo fue que el padre, al cortar uno de los chorizos para uno de sus hijos, encontró una bala en el interior, según recogen varios medios del país, entre ellos el diario Clarín. "De suerte no lo tragué", dijo el protagonista del inusual descubrimiento en el plato.
"Pusimos unas patas y unos muslos y un kilo de chorizos que habíamos comprado en una carnicería de la ciudad. Al servir en la mesa, corté el chorizo, di la mitad para mi hijo y la otra mitad me la quedé yo", relató.
Acerca del inesperado momento, el hombre recordó que primero pensó que se trataba de algún material que había quedado en el propio embutido al ser procesado en la picadora del establecimiento.
El padre explicó que "cuando lo miré detalladamente observé que era un proyectil. Así que nada, no sé cómo será el proceso de elaboración, pero hay que tomar cartas en el asunto". E insistió: "Decidimos tirar todo enseguida, gracias a Dios no pasó nada".
Según confirmó, los alimentos eran de elaboración propia del local y no se trataba de productos envasados. Horas después, presentó la correspondiente denuncia ante el departamento de Bromatología para que investiguen la línea de producción de la carnicería.