El gigantesco búnker, oculto en los bosques de Rold Skov, en Jutlandia, Dinamarca permaneció durante décadas entre la vegetación era apenas conocido. Ahora ha abierto sus puertas como museo y contará los años de tensión vividos durante la Guerra Fría.
Al búnker construido en hormigón y conocido como Regan Vest, está a 60 metros bajo tierra y fue creado para alojar al Gobierno y al rey en caso de estallido de una guerra nuclear.
Los arquitectos de Aark, encargados de su rehabilitación y diseño se han inspirado en la mística de espías, agentes dobles y experimentos secretos de los años de la Guerra Fría, par crear diferentes ambientes que harán vivir una experiencia emocionante a los que visiten el mítico búnker.
Los visitantes tendrán acceso al museo histórico a través de unas cajas negras revestidas de aluminio anodizado, resistentes al viento y la intemperie generarán un magnético contraste con el bosque que las rodea.