Andrea Ivanova es una joven a la que se le ha denominado como la 'Barbie humana', y es que con 23 años ya lleva aplicado en los labios 30 inyecciones de ácido hialurónico, pese a su corta edad, ha modificado radicalmente su aspecto y ha confesado que no piensa parar de operarse. Ivanova es originaria de Bulgaria y su aspiración se basa en convertirse en una muñeca Barbie, que quiere tener los "labios más grandes del mundo". El caso de esta joven recuerda al de Anastasia Pokreshchuk, una modelo ucraniana conocida por tener las 'mejillas más grandes del mundo'.
Ivanova, presume de haber establecido el récord debido a la cantidad de inyecciones de ácido que se aplicó en sus labios, tiene también sus mejillas "agrandadas" y ya se ha puesto en marcha para dar forma a su mandíbula y alargar su cara: "remodelándola con diferentes rellenos dérmicos”, ha declarado la joven a la prensa. Así lo recoge El Heraldo de México.
En el año 2018 Andrea Ivanova comenzó a cambiar su fisionomía para ser una ''muñeca Barbie", sin embargo, la joven ha hecho de las operaciones estéticas su modo de vida, que la han llevado a obsesionarse con ello. Las inyecciones de ácido hialurónico han llevado a Andrea a tener unos labios tan gruesos que casi le tapan las fosas nasales. Pese a que, los excesos en las operaciones estéticas pueden poner en peligro su salud, la joven insiste en que seguirá modificándose el cuerpo. Ya que, planea viajar a Turquía o Alemania para incrementar el tamaño de sus senos.
Andrea se ha convertido en toda una influencer en las redes sociales y asegura que algunos de sus seguidores la han invitado a viajar por el mundo: "Me invitan a vacaciones en diferentes países e incluso continentes. Nunca fui, pero tal vez algún día lo haga", ha manifestado Ivanova.
Según Mayo Clinic, el trastorno dismórfico corporal es una enfermedad mental en el que no se puede dejar de pensar en uno o más defectos percibidos o defectos en la apariencia, un defecto que parece menor o que no puede ser visto por los demás. Pero puedes sentirte tan avergonzado, intimidado y ansioso que es posible que evites muchas situaciones sociales.
Cuando tienes un trastorno dismórfico corporal, te enfocas intensamente en tu apariencia e imagen corporal, y revisas repetidamente el espejo, te aseas o buscas tranquilidad, algunas veces durante muchas horas al día. El defecto percibido y los comportamientos repetitivos causan un sufrimiento emocional significativo y repercuten en tu capacidad para desenvolverte en la vida diaria.
Puedes recurrir a numerosos procedimientos cosméticos para tratar de "arreglar" el defecto percibido. Después, puedes sentir satisfacción temporal o una reducción en tu angustia, pero a menudo la ansiedad regresa y es posible que reanudes la búsqueda de otras maneras de arreglar tu defecto percibido. El tratamiento del trastorno dismórfico corporal puede incluir terapia cognitivo-conductual y medicamentos.