Un niño colombiano, de 12 años, a punto de entrar en la universidad: sueña con trabajar en la NASA

Miles de estudiantes colombianos próximos a graduarse de bachillerato presentaron recientemente la prueba Saber 11, requisito para poder obtener el título. Entre esos alumnos se encontraba uno que ha demostrado tener una inteligencia superior. Se trata de Juan Sebastián Andrés Pérez Riaño. A sus 12 años, este niño ya cursa el grado número 11 en el Colegio Campestre Andino de la localidad de Yopal, capital del departamento de Casanare, donde está becado por su buen rendimiento académico.

De hecho, fue avanzado de curso hasta en tres ocasiones. Juan Sebastián estudió hasta séptimo en la institución educativa oficial Jorge Eliécer Gaitán. El rector, Ángel Combariza, subrayó que era un menor muy disciplinado, inquieto y dado a preguntar e ir más allá de los conocimientos normales del grado en el cual estaba.

En el colegio fue estudiado por una neuropsicóloga, pero el comité de evaluación determinó no dejarlo promover al considerar que debía "quemar" sus etapas de infancia.

El deseo del menor es trabajar en la NASA

Ahora, ya ha presentado la prueba del Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (Icfes) y pretende iniciar el próximo año una carrera universitaria que le lleve a trabajar luego en la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EEUU (NASA). Además, sueña con que los aviones sean más rápidos y seguros, y crear una aeronave que traspase la atmósfera para hacer turismo, según recoge el diario colombiano El Tiempo.

Su madre, Diana Paola Pérez Riaño, dijo orgullosa que su hijo nació el 1 de junio de 2010 y desde los seis meses, cuando empezó a caminar, ya separaba los objetos por formas y colores.

Asimismo, explicó que a él no le gustaba jugar con niños de su misma edad y tampoco veía programas animados infantiles, prefería los canales Discovery Chanel y Animal Planet, y siempre estuvo metido entre los libros o viendo documentales de las guerras mundiales, de temas de ciencia y de educación.

Diana Paola, quien trabaja como operadora de maquinaria pesada y agrícola, detalló que la primera vez que pasaron a su pequeño a un grado más elevado fue a los cuatro años, puesto que entonces ya sabía leer, escribir, sumar, restar y las tablas de multiplicar.