El cantante Usher, autor de temas tan reproducidos como ‘Yeah’ o ‘Scream’, era el encargado de actuar en el intermedio de la que ya se considera como la Super Bowl más cara de la historia. Él recogía el testigo de Rihanna, cuya actuación en el Halftime del año pasado supuso su momentáneamente regreso a los escenarios y había prometido dar un espectáculo con el que impresionaría a todo el mundo. Sin embargo, el resultado final de su show en el Halftime no ha cumplido con tan altas expectativas.
A pesar de que el rapero ha tenido la elegancia de hacer varios guiños al fallecido Michael Jackson, considerado como el padre del show del descanso de la Super Bowl, con el uso de guantes blancos y el baile del moonwalk; y de haber contado con la cariñosa participación de Alicia Keys sobre el escenario, la performance de Usher no ha pasado el examen de la audiencia.
Él mismo estaba muy preocupado por tener que "concentrar una carrera de 30 años de trayectoria en apenas 15 minutos", cosa que ha conseguido con creces. Sin embargo, su propuesta ha sido tachada de "aburrida" en las redes sociales, donde los usuarios, además, le han criticado por haberse quedado sin camiseta en la parte final de su actuación. Para muchos, el histórico concierto que ofrecía el autor de 'Yeah' no pasaba por quedarse con el torso al descubierto en el escenario de la Super Bowl.
A pesar de todo, ha sido una noche mágica para el fútbol americano, en la que los Kansas City Chiefs han logrado una sufrida victoria. Sus contrincantes, los San Francisco 49ers, buscaban la revancha tras su derrota contra el mismo equipo en el año 2020 y, aunque han comenzado ganando, al final el partido se ha saldado con un 25 a 22, a favor de los Chiefs. Es entonces cuando los jugadores han celebrado la victoria a pie de campo, una fiesta en la que no podía faltar el beso de Travis Kelce y Taylor Swift.
La cantante, más prudente que otras veces debido al revuelo mediático que se ha generado en los últimos días, ha besado y abrazado a su novio, Travis Kelce, en una imagen que quedará para la historia. Este dulce momento ha servido para suavizar el mal sabor de boca que ha dejado el ala cerrada en las redes sociales, tras un duro enfrentamiento con su entrenador que no ha sido bien acogido por las fans del 'Tay and Trav'.