El mundo de la cultura estadounidense se ha llevado un nuevo susto en lo que concierne a la buena salud de sus actores más populares. Esta vez ha sido la famosa actriz americana Ashley Park, una de las protagonistas de la serie de streaming 'Emily en París', la que ha comunicado en su cuenta de Instagram el grave ingreso hospitalario en el que se encuentra. La actriz ha explicado su larga ausencia en las redes sociales pues, durante sus vacaciones de Navidad de finales del mes de diciembre, sufrió una complicación bacteriana de una amigdalitis común que nunca se sanaba.
Concretamente, Ashley sufrió un shock séptico, una afección grave que se produce cuando una infección interna lleva a que se presente presión arterial baja y mal funcionamiento de los órganos vitales. Puede generarse por cualquier tipo de bacteria y, en el caso de la actriz, derivó de una infección en las amígdalas. Sus síntomas comenzaron a empeorar y, junto a su pareja, el también actor de la serie Paul Forman, acudieron rápidamente a un hospital extranjero. Así lo ha contado ella misma en su Instagram:
"Mientras estaba de vacaciones en diciembre, en Año Nuevo, lo que comenzó como amigdalitis se convirtió en un shock séptico crítico, que infectó y afectó varios de mis órganos. Agradezco que mi salud haya mejorado a pesar de lo que nos habían dicho inicialmente. Agradecida sobre todo a @peforman por estar incondicionalmente a mi lado en todo esto. Calmaste mis miedos y me mantuviste a través de ambulancias, tres hospitales extranjeros, una semana en la UCI, salas de emergencia aterradoras, innumerables exploraciones, pruebas e inyecciones, dolores insoportables y tanta confusión, todo mientras estábamos solos en el otro lado del mundo. Te amo Paul. Más de lo que jamás puedo decir", escribía Ashley, todavía convaleciente y asustada.
La actriz también ha dado las gracias a "todos los médicos y enfermeras de la UCI que trabajaron incansablemente" por salvarle la vida y, aunque ha tenido serias dudas sobre si hacer público su estado de salud, ha asegurado que ya está "a salvo" de la muerte.