Aunque ahora haya "decidido" vivir en el banco de un parque de su ciudad natal, Marbella, la actriz Mónica Cervera ha llevado siempre una vida de éxitos vinculada a su gran pasión de nacimiento: actuar. Su gigantesco fandom - agrandado desde su intervención como hermana de Amador en LQSA- se ha sorprendido al conocer la mala situación económica que está atravesando esta malagueña, tras revelar en la revista 'Semana' que quiere que se "respete" su nueva forma de vida en la indigencia.
Nacida el 6 de junio de 1974, Mónica siempre se ha definido como una "auténtica géminis": "Tengo un lado sencillo, que es el que comparto en la intimidad con mis seres queridos; y, como buena géminis, también tengo otro lado complicado, que es el que comparto con todos mis compañeros de profesión", decía en una vieja entrevista a NEO2 Magazine, que hoy ha cobrado el doble de importancia. En esa misma grabación, la actriz se mostraba inmensamente feliz por haber formado una familia en Málaga con su "chico", al que no hubiera cambiado "ni por Jude Law, ni por Eric Bana" y con su hijo, al que define como "lo mejor de su vida".
Mónica se recordaba a sí misma, con apenas dos añitos de edad, "colocando las sillas para sentar a sus tías y a sus primos y cantar y bailar" para ellos Blame It On The Boogie, de los Jackson Five. Ahí fue donde "empezó todo", los inicios de una carrera que la llevaron a ser la elegida por Álex de la Iglesia para interpretar a la obsesiva, retorcida y poco agraciada Lourdes; una empleada de El Corte Inglés que, como única testigo del crimen que comete su compañero Rafael (Willy Toledo), aprovecha la contienda para hacerle el peor de los chantajes. Éste fue el papel que le dio la fama pero, aunque le está "muy agradecida", no es el favorito de su carrera.
Marieta, el joven que quería dejar de llamarse Adolfo, es el personaje al que le tiene "más cariño". La fragilidad del protagonista de '20 centímetros' supuso para ella "un antes y un después" en su trayectoria profesional, ahora completamente truncada. Hace 10 años, soñaba con cumplir el reto de trabajar en un musical pero, en sus últimas y reveladoras declaraciones, ha dejado claro que no necesita "la ayuda de nadie" y que nunca volverá a trabajar en el cine o en la televisión.
Atrás quedaron la afición por las películas y por los paseos de esta malagueña que se definía como una chica "maja", siendo su simpatía su mayor virtud. Por el momento, no ha hecho nuevas declaraciones sobre su situación de indigencia, mientras toda la nación se sorprende del modo en el que ha terminado viviendo una mujer que estuvo nominada a los Premios Goya.